“Nuestros
dos crucificos, recuerdos de nuestros Cursillo de colores”
Hermanos
queridos, tengo una tremenda gracia que muchos de ustedes deben tener
en sus vidas: es que provengo de una familia de cursillistas : mis
padres, hermanos, cuñadas, tíos, primos, prácticamente todos
vivieron esta maravilla y todos, de una u otra forma me mostraron el
camino y me enseñaron más de alguna cosa con su testimonio personal
de lo que ayuda esta alegría para la vida completa.
En
cada oportunidad que podían, siempre me estaban diciendo que
participara en el Movimiento, que conociera en tres dias, la fórmula
de la felicidad y del camino, la verdad y la vida, sin embargo, como
todos ustedes también lo saben muy bien, no faltaban las excusas :
es que los niños, la preocupación del trabajo, mi esposo y muchas
cosas más.
Como
el Señor a todos nos tiene muy guardados los caminos,
intespestivamente durante el año 1982 quedé viuda: sola, con dos
pequeños, desesperada me decía “cómo lo voy a hacer, como saldré
adelante, Dios mío! Ayúdame, protégeme tengo que seguir trabajando
y criando estos dos preciosos regalos que me quedaron”.
Así
el tiempo sigue su curso sin detenerse ni una vez, llegó la fecha de
que los niños hicieran su primera comunión y tenía que hacer la
catequesis respectiva. Sin mucho entusiasmo pero con sorpresas
empiezo a recordar tantos hermosos recuerdos que un día conociera
en mi colegio de Monjas de Santa Marta: el amor de Dios, el regalo de
la Eucaristía, la bondad del Señor para con nosotros, la unidad y
esperanza del pueblo de Dios. También me dió la oportunidad de
conocer a otro integrante que cumplía con estos mismos menesteres
otro viudo con tres hijos.
Se
imaginarán lo que ocurrió: formar otra familia de 5 hermosos hijos.
De verdad fué doble regalo encuentro con el Señor y con el amor así
pudimos vivir el año 1997 en esta instancia maravillosa de conocer
al Padre, algo que no se puede explicar , solo hay que vivirlo, era
verdad tantas maravillas que escuchaba, que me decían, que me
contaban. Allí uno se da cuenta que recibe mucho pero que también
se nos exige que trabajemos por Él, dándolo a conocer en los medios
en que nos desenvolvemos, sobretodo con el ejemplo ya que las
palabras sirven pero el testimonio tiene mas fuerzas.
Ahora,
somos un matrimonio que leemos y meditamos La Palabra a diario
,agradecemos a Dios por la vida , la salud , la familia, por la
oportunidad de ser buenos cristianos y tratamos de hacer presente el
Reino en nuestros hijos, nietos y en todos los que nos rodean.
Aún
tengo muy guardados algunos de los mensajes recibidos cuando estaba
viviendo Cursillo, entre ellos el de mi mamita quien está viviendo
su 5° día, algo tangible de su amor y testimonio que logró que yo
también pudiese vivir algo tan maravilloso.
Estamos
felices, estamos plenos, sabemos enfrentar la problemática diaria
de otra forma, con otros ojos, con la posibilidad de aportar
soluciones.
Sabemos
que Dios nos ama, sabemos que lo tenemos con nosotros, queremos
mostrarlo a los que queremos; si pueden conocer este camino me
alegraría profundamente y me recordaría que la familia que reza
unida... permanece unida.
Gracias
Señor por todos tus regalos.
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lunes, 28 de octubre de 2013
-Mi cursillo familiar-----7-GLORÍN
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