Nataly,
nuestra pequeña hija estaba en el kinder y nos invitaron a un curso
en que el capellán de las monjas, un cura español, realizarían una
“Escuela para padres” con el presbítero Padre Jesús Grañón;
era un largo día-entero- y pensábamos que era como mucho tiempo
para estar encerrados, pero el Padre y su tremendo carisma nos enseñó
con amabilidad y claridad y lo encontramos muy interesante para
enfrentar los problemas con los hijos y la guía de la biblia.
Así
nos siguieron invitando a otras actividades y conociendo más gente
hasta que Claudita -gran amiga nos comenzó a hablar- a
“precursillar” con ahínco y dedicación para que conociéramos
algo mayor aún, siempre es bueno crecer interiormente especialmente
en estos tiempos.
De
verdad que nos interesó, viendo el cariño y entusiasmo como hablaba
de la nueva vida “de colores” y de la conversión, decía muy
convencida.
Llegaron
las fechas acordadas y muy resuelto fué mi marido a vivir sus tres
dias de retiro, yo quedé a la espera de que novedades que me
contaría de este encuentro pero, Manuel regresó en silencio,
bueno, no era ninguna novedad eso pues él es así pero, lo miraba
diferente, distinto. Me hace un somero resumen pero con una
recomendación “es que debes vivirlo Francis-para entenderlo”- es
algo simplemente hermoso.
Fuí
y... me enamoré de inmediato, descubrí con que intensidad que Dios
me ama, que me conoce por mi nombre y me llama, que debo seguirlo y
que no me soltaré nunca más de su mano amorosa.
Mi
cursillo tenía el número 29 Mujeres y recuerdo que fué del 08 al
11 de Mayo del 2008, así empecé a entender mucho mejor a Manuel a
los hijos y la familia, nunca esperamos la sorpresa de compartir algo
tan hermoso; desde el comienzo fuimos a la Escuela del MCC todos los
días Miércoles de cada semana en la histórica Merced del "sitio de
Rancagua", teníamos que aprender siempre un poco más, era algo que
nos llenaba y entusiasmaba cada día más, así empezamos los dos a
trabajar en el Secretariado de Rancagua y ha resultado de verdad
apasionante: el Padre nos llama, nos presta los talentos, nos ama y
sabemosque no nos deja nunca solos.
El
Señor nos ha unido con mayor fuerza. Nos sentimos plenos con los
hijos. Nunca podré olvidar a nuestro querido Padre Jesús que con su
ternura, franqueza, enseñanzas- nos mostró el camino para seguir a
nuestro Padre para siempre. Estamos de verdad felices.
Curiosamente
hoy integramos nuestro grupo de amistad que lleva el nombre del
curita que nos hizo mirar más allá: el Padre Jesús, nos insta, nos
llama a seguir adelante, de seguir creciendo . Tratamos en el cuarto
día de nuestras vidas de entregar tantas maravillas recibidas en
los tres inolvidables días que vivimos.
“de
colores”- Francis
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