Al
Polo Meza lo conocía sólo por referencias, por medio de dos
hermanos de Cursillo: La Julia y el Lalo, dos enamorados del Señor
que habían intentando numerosas ocasiones de invitarle.
Me
imaginaba que “nos miraba feo” o que “nos tenía mala”; al
encontrarlo, no mostraba ningún entusiasmo como lo hacían Julia y
Lalo..
Uno
no sabe los caminos del Señor, así un día, por la enfermedad de un
hijo, su esposa acudió fuera de Rancagua a apoyarlo, quedando mi
buen “Polo” a cargo de la casa con un título de “soltero…sin
compromiso”. Nunca imaginó
que las plantas de la casa eran tantas- regar y cuidar-era
interminable, empezaba temprano y no terminaba nunca, así fue que en
ese mismo instante lo pasaron a invitar a una actividad “colorina”
en la Junta Vecinal de Rancagua Norte.-
“Vamos,
te va a servir para “cambiar de aire y conversar; habrán
sopaipillas hasta navegado caliente”, fue la invitación cariñosa
y como no tenía nada más que hacer
partió a las sopaipillas calientitas:
vió un grupo sincero y alegre, cariñoso y unido. Algunos cantos,
conversaciones “nada del otro mundo pero, increíblemente
distinto”
- ¿Qué bueno es estar aquí”- muy agradable,
- Ah, entonces trata de conocer el “resto”- ¡¡ ¿Qué?....tu dices…. ¡un cursillo?, ¿Cuándo?
Y
lo que nadie imagina, acude, para no creer, a vivir su propio
cursillo de cristiandad.
Quedó
maravillado, el amor de Jesús lo dejó entusiasmado y de
“perseguidor y ciego, pasó a alentar con su espíritu misionero”
Su
trabajo y dedicación lo hizo alcanzar a ser junto a Nanita su
querida esposa el Matrimonio Presidente del MCC
Rancagua.
Contento,
dedicado, estudioso; un día increíble un día partió a su quinto
día: “murió con las botas puestas”.
Se
retira de la cárcel, después de su trabajo de evangelización se va
a casa en un vehículo de locomoción colectiva; se siente
extremadamente mal, se baja a duras penas en la Alameda, se toma de
un árbol, vómitos, se desploma.
En
casa de Nanita se escucha un timbre- unas personas lo van a dejar, no
los conocía, le llevan la tremenda noticia, quienes serían esos
personajes? Nunca supimos, nosotros entendemos que eran unos ángeles.
Nunca
perder la esperanza, los tiempos del Señor, no son los nuestros. “no
todo lo que brilla es oro”, aprendo a no sacar resultados solamente
con las matemáticas humanas, dos más dos no siempre son cuatro,
sino que con el Señor es distinto el resultado, con “Polito” lo
vinimos a entender claramente, pero nos cuesta un pedazo de tiempo.
Nos acompaña su recuerdo y su tremendo amor al Señor.
Gracias Polito por tu testimonio y ejemplo.
de colores!
19 Julio 2017- despedimos a Nanita- la dulce esposa de Polito, ambos viviendo en forma definitiva el quindo día, el verdadero. Unimos nuestra sentida y propicia oración por nuestros hermanos queridos que nos recuerdan del trabajo, la esperanza, la alegría y la fé. Gracias Nanita y Polito. Enrique MCC Rancagua 2017
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