Era
la misa de recuerdo de mi esposo Carlos-seis años de su partida y al
salir de la Iglesia vimos que estaba llegando un bus lleno de gente,
casi no podíamos cruzar, venían con maletas y riendo, muy
contentos, cuando veo a Amable Avendaño un ex-compañero de trabajo
en Caletones de mi marido, y venía Mariita Carriel su esposa.
-
Oye! ¿Vienen de viaje este par de tórtolos?
-Sí
Anita, y era algo tan lindo, tan hermoso, que nos gustaría invitarte
también en la próxima.
Ahh
¿van de nuevo al viaje?
-Claro
que sí, esto sí que vale la pena vivirlo pero nosotros te
avisaremos, te tendremos al tanto de la próxima ocasió, esto de
verdad es un regalo hermoso Anita.
Había
vivido mi duelo muy particular, pasados algunos años, y yo no salía
nunca, ni siquiera a pagar una cuenta; todo me lo hacían mis hijos
quienes fueron siempre mi gran apoyo en todos estos difíciles años.
Por eso al escuchar la invitación de inmediato mostraron gran
interés: “se la prestamos altiro, mire que ella no sale nunca y le
haría muy bien”.
Y
copuchenta pregunté: Y...¿dónde es?-
-
ya te diremos Anita, convesamos, te pedimos llenar un formulario y
algo más que quieras saber.
Pensé
y les pregunté de inmediato:
“Pero...es
como ...¿un retiro?
Sí
mas o menos éso, pero es mucho más, es algo que te llenará la
vida, que te acompañará para siempre.
Me
sentí tremendamente sorprendida, es que nunca fuí a vivir una
experiencia así y siempre guardé el deseo de tener la oportunidad
algún dia. La verdad es que creía que me las sabía toditas , iba a
misa y con eso pensaba “ya cumplí” -me decía además , que de
vez en cuando hacía mis ayunos y no me olvidaba de la
reconciliación: con todo ello me sentía que estaba harto bien.
Me
vienen avisar de pronto que la fecha ya había llegado y que había
que prepararse. Ése día tenía listo mi bolso- a las 6 debía
estar en la Merced, pero no te preocupes dice Amable yo te voy a
buscar. Oye pero ¿viene la Mariita, tu esposa?
-
Pero claro, no te preocupes.
A
las 5 de la tarde tocan la puerta y aparece nuestro amigo a buscarme
pero viene solo. Que la esposa no pudo, que tenía visitas de
Valparaíso que no pudo dejarlas pero...
la
verdad es que me compliqué , estaba toda prejuiciosa, como van a ver
a un hombre solo con una maleta y una viuda...... estaba preocupada,
traspiraba, pero ¿qué hago?- es verdad que firmé un documento
pero, a lo mejor que se vaya adelante con la maleta y yo atrás....
¿que dirán los vecinos? Enojada me voy a la pieza de mi hija : el
niño está durmiendo , “no puedo acompañarte mamá”.
Me
decidí y sacando fuerzas le dije clarito: “estimado, voy a ser
sincera, aunque yo no vivo de la gente pero no me atrevo a ir, una
maleta un hombre que no ubican y yo, imagínate, una pobre viuda, que
van a decir...no voy a ir- tan simple como éso”
-me
impactó ver su reacción,chitas, se le llenaron los ojitos de
lágrimas: “ amiga perdona, no vas a nada malo, no te sientas mal
por favor, tienes que ser fuerte, Carlos fué mi amigo del alma, no
podríamos hacerte mal, este es un regalo que hemos pensado con mi
mujer por el cariño que siempre le hemos tenido, vamos! Verás que
te hará muy bien”
Salí
-no muy convencida, esas 4 cuadras se hicieron eternas.....que
vergüenza!......¡que van a pensar!..... de verdad es que quedé
mal. Pero había firmado y soy una persona seria.
Así
un tanto contrariada, empecé a conocer esto del cursillo y hoy
recuerdo con cariño , a Toñita y su vozarrón de miedo: “esto es
para valientes!”, estaba también la Alicia de Orrego, cada persona
que conoces te deja una marca.
Llego
a mi dormitorio y mi compañera era una joven de Guacargue Mariela,
su nombre y estaba tan apenada que asustadas nos abrazamos y lloramos
a la par.
Todas
las amarguras y aprensiones quedaron gracias a Dios atrás en el
olvido, conocí gente valiosa que me enseñaron, que contaron su
testimonio con cariño y más ternura.
Recuerdos
a varias, los guardo en el recuerdo: la Paty Bahamondes, Gemita
Perez, Julia Meza, el padre Desiderio.
De
cada uno he querido aprender sus talentos, historias y dificultades,
lo que tiene la vida misma. Nunca más he sentido miedo, nunca estoy
sola, tanto que recibí en esta jornada que me compromete a servir
con más ahínco y entrega. Si alguien que te aprecia se acuerda de
ti para invitarte a vivir un cursillo no lo dudes un segundo: es para
tu bien y es para ser feliz para siempre, tan sencillo como eso.
Abrazos
hermanos
ANITA
“de colores”
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