En estos dias de mayo me pidieron que tratara de escribir algunas líneas sobre mi madre; de inmediato empecé a recrear tantos recuerdos en mi mente; es que Ernestina-querida son treinta y tres años que el Señor te llamó para adornar el hermoso jardín celestial cuando tenías sesenta y nueve años. Nos contabas que junto a tu hermanito pequeño fueron abandonados por los padres pasando muchas necesidades en tiempos muy difíciles, que ambos quedaron al cuidado de una tía y con ella aprendieron a leer y escribir. Después a trabajar, a ganarse la vida a como diera lugar. Con poca experiencia, conoces a un joven que te enamora y con tus veintiún años quedas embarazada provocando que desaparezca el joven como por arte de magia. Como puedes luchas y sigues hasta que aparece tras años otro joven donde nacerán cuatro hijos que acrecientan la familia. Lástima que este nuevo hombre tiene sus problemas, es mujeriego, se aleja por temporadas mientras ella lucha para sacar adelante a la sufrida familia. Él muere a los 48 años por tener una vida disipada.
Recuerdo que saliendo del octavo básico, licenciado, llego a casa y me cuentas una historia desconocida que me marcará para siempre.Me miras como un hombre grande. Otra vez esperando un nuevo hijo y sola. Sabemos que estás agotada y aburrida y con rebeldía decides abortar ese nuevo problema. Me sigues contando que buscas los servicios de una mujer que se dedica a estos trabajos, le cancelas el servicio y en la espera empiezas con dudas y miedos al mirar el instrumental de la tortura, con terror sólo atinas a escapar, huir arrepentida. Bueno, son los designios del Todopoderoso y Omnipotente. Les debo contarles hermanos queridos que su historia y recuerdo me conmovió y me repletó de ternura por su valentía pese a todo, también me llenó de gratitud porque ese hijo salvado de la muerte en un minuto era .........¡yo!.
Una mujer tremenda- era mi madre, sufrida y luchadora, siempre la guardo en mi mente y mi corazón ¡Gracias Padre Bueno, Padre Santo, gracias Madre del Cielo por Ernestina, fuistes única con tu decisión.
También mi aprecio por Rosita María mi esposa querida por esta familia de 3 hijos y 42 años de nuestro matrimonio.
Con toda esta historia soy simplemente vuestro hermano....
GREGORIO ZUÑIGA TABILO quien desde el 16 al 19 de Abril de 1987 viví mi cursillo #45 de la Arquidiócesis de Antogasta, gracias a Dios.
La fotografía que acompaña este relato tiene una historia simple: tenía una pequeña foto de mi madre y nada más, después encontré otra de mi padre, es lo único recuerdo que me queda, un amigo las juntó para quedar con este testimonio único de la historia. ¡Bendiciones!
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