viernes, 17 de enero de 2020

-* Un abrazo oportuno- Ramón de Jesús-/ Vivencias MCC


El otro día llegó a visitarnos un amigo quien fuera vecino por varios años y a quien no veía por un prolongado tiempo. Alto, corpulento, amable, ordenado, lo recordaba con precisión llamándome siempre la atención de que se cuidaba mucho en su salud. Su único desarreglo- contaba ufano- es tomar “de vez en cuando un cortito”. Me había contado que tenía unos familiares allá en la madre patria: España, y siempre tenía en sus sueños el viajar “algún día en la búsqueda de sus raíces”. Un deseo guardado por años, por no decir de toda la vida.
Y aparece aquél día en la puerta de nuestra casa: contento, radiante, con deseos de compartir, de conversar y se fue produciendo el diálogo que recuerdo así: 
¡Qué gusto de verle! Tanto tiempo mi amigo, que es de su ordenada vida, que cuenta”
-Aquí estamos, vengo a verles especialmente para despedirme...
Como que atisbo que estaba por cumplir el deseo de siempre, así que con ganas lo felicito: ¡qué bueno!, me alegro tanto con su noticia. Imagino que viajará por un tiempo largo.
No- contesta- me voy sin regreso.
-Pero mucho mejor don Rino, así se queda a vivir definitivamente con su gente, imagino compartiendo todos los años de la vida que nunca pudieron juntarse ni contarse, de la familia, los conocidos, los hijos y nietos. No, yo lo felicito mi amigo y me alegro por cumplir con ese sueño que tenía guardado por años.

Se produce- una curiosa pausa. Me muestra ahora una cara diferente y me mira directamente a los ojos:- nó vecino, me despido de usted porque mi médico tratante me avisó que me restan 10 días de vida, por esta enfermedad que descubierta se encuentra totalmente ramificada y no tengo opción alguna, salvo despedirme de mi familia y amigos.
Se desvaneció mi entusiasmo- yo como que lo veía “montado en el avión viajando feliz al viejo mundo” , pero... que podía decir, ya había metido la pata y las palabras se me trancaron y no pude hablar.

-Nunca viajé, se enfermó mi mujer pero, ahora me tocó a mí y yo estoy sin vuelta.
Permítame un abrazo entonces, le agradezco su delicadeza para acordarse de mí, aunque sea en tan lamentable y triste noticia.
(me pregunté: que más podía agregar.....si estaba todo dicho?)

Unos días mas tarde, fuí a la misa y se recordó su nombre, pidiendo por su descanso eterno. Saqué las cuentas, decir adiós, hasta siempre y partir al noveno día........
¿cuantos días me quedarán a mi ahora ?
¿sería capaz de despedirme tan tranquilo como mi amigo?
¿Estaré preparado, con el equipaje de mi vida listo?
Somos tan frágiles pero actuamos como si fuésemos de hierro.
Permíteme Dios mío, siempre tener claro que estamos de paso y que la vida es verdaderamente corta.

Confiamos hoy a la Santa Familia a todas las familias del mundo, especialmente a las que están extenuadas por el sufrimiento o el desasosiego, e invocamos sobre ellas la protección divina. (Tweet del Papa, 29 dic. 2019)

1 comentario:

  1. Hermosa historia de nuestro hermano Ramón que nos regaló en los primeros dias de este pequeño blog que sigue guardando la historia de la gente del Mcc de colores. Hoy la estamos recordando para toda la gente nueva que ha vivido su experiencia de amor y fe.

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