Encontrar a Waldo por los nuevos caminos de colores fue
novedoso, de cambios como los de su barrio de Barros Negros a Barros pero ahora sí de verdad "de
colores".
He aquí a mi amigo y hermano: sencillo, serio,
asertivo, metódico y “lacónico” como si fuera de pocas palabras y que poco a
poco va cambiando para mejor. Es novedoso porque lo encontré viviendo su
cursillo con mi familiar y poco a poco he ido descubriendo los cambios y
desarrollo en este peregrinar que es hasta el fin del cuarto día. Trabajamos juntos en la Vocalía de Escuela,
participando en equipos y ahora en Vocalía de precursillos, comunicaciones y
ambientes. Participando en el grupo natural que lleva el nombre de nuestro ex asesor
que nos acompañó por un gran tiempo: Grupo Jesús Grañón. Encargado de la que llamo “la foto
officiale”para informar de las novedades que ocurren en este “bendito
movimiento”.
Muchas veces le he agradecido su entrega y servicio, como nuestro
médico dedicado del cuerpo y más de una vez del alma, con su ingenio trabajo ,
lo aprecio ya que más de alguna de mis tonteras le ha robado más de una
carcajada: “el amigo Choche”, el “cañón” siempre disponible y el joven de la "chuleta" que espera en una fila cualquiera. Integra su grupo bíblico en su capilla y
cada Lunes tiene estudio e intentar junto a la comunidad, de descrubrir la palabra del Señor- Integrante del
Secretariado Diocesano apoyando a Pato y la Tinita y su grupo de dirigentes entregados a trabajar por el Señor de la Vida y Misericordia. También participa con sus amigos profesionales
de la salud.
Perseverante y que nunca falla a las instancias de perseveración: Escuelas, Ultreyas,
Retiros, Encuentros y otros, dice que cursillos le llenó la vida y la repletó
de colores. Siempre agradecido, entiende que la conversión siempre continúa,
que es un proceso de enriquecimiento y trabajo.
Casado, cinco hijos, todos varones y el padre Jesús
pedía de inmediato un gran aplauso para... ¡la mamá!.A mi me quedó grabado la
presentación de Waldo: ahora le llenan
la vida tres pequeñas hermosas- que tienen siempre gran fortuna de los "abuelos chochos": Mila, Matilda
e Isabella. Es que es ver reflejado el rostro hermoso del Señor en cada carita.
Gracias Señor por todo lo recibido y vivido. Ahora el compromiso es más grande. Un saludo a todos los que viven esta Época de celebración de los Cincuenta años del Mcc en nuestra Diócesis. Para los tiempos difíciles hay que seguir trabajando y estudiando. Un abrazo hermanos queridosWALDO |
viernes, 13 de julio de 2018
-* Waldo, gente de colores
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