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Un día me visita un antiguo cursillista,ilustre ya que es del primer
cursillo de Rancagua que se hizo en Requínoa allá por el año 1968.
Uno de los entusiastas que tanto me hablaban de los cursillos: como
el tio Lucho Gatica, el Fidel y él: mi tío Lucho Marchant. Pasó el
tiempo, trabajo, matrimonio, hijo-¡la vida!..... hasta que fuimos a
descubrir la novedad espiritual de la que tanto me hablaban.
Es
rico poder recibir en tu casa a alguien familiar- tío -y hermano en
la fe por añadidura . Lo raro de este encuentro es que aparte de
saludar viene serio con algunos libros bajo el brazo. Decidido me los
entrega: “toma, estos libros del movimiento de cursillos los tenía
guardados en casa, ahora no los ocupo y no tienen razón de
permanecer amontonados, prefiero que tú lo uses ahora, que los
aproveches. Mi salud no me acompaña y estoy seguro que tu lo puedas
ocupar.
Me
impresionó, fué como recibir simbólicamente el testimonio-ése
comprobante de las postas de relevos- como decirte: “ya, tu la
llevái”, sigue, empuja el carro.
Había
transcurrido mucho tiempo en que él mismo como instrumento elegido
me había hecho el llamado, esta singular invitación a vivir un
retiro de tres dias y ahora él me indicaba el momento del relevo.
Curioso.
Se
alejó por razones de fuerza mayor. Imagino que uno entiende cuando
es el momento del retiro, entonces hay que meditar,todo tiene su
significado, su razón. Ahora tienes la guitarra, debes sacarle las
mejores melodías que no serán para tí sino para los hermanos, para
el Señor. Te toca tocarla como sea, la hora de jugársela y si le
sacastes lustre a los talentos recibidos, si hicimos la buena
inversión en tu trabajo en tu trípode en tu vida, seguro que ya
vendrá otro hermano a relevarte de esta carrera del cuarto día y
cuando ocurra veré también que es “curioso y de gran
significado”.recuerdo con insistencia que “lo que yo no haga,
nadie lo hará por mí y que todos no servimos para todo, pero todos
servimos para algo”.
Emocionante
situación que debo compartir con ustedes cuando recuerdo que el
trabajo es mucho pero los trabajadores pocos, que este cuarto día es
como la vida, de todo un poco, pero como la vida es también corta.
Cuando
veas a alguien a tu lado más entusiasmado que tú, cuando la
sintonía con el Patrón está decayendo, cuando la salud te avisa
que los años no pasan en vano, sin quererlo ni saberlo, llegará tu
relevo y lo que dejé de hacer por flojera e incapacidad será sin
duda, mi responsabilidad.hoy es pues el momento de “la producción”,
de precursillar, de alimentar el poscursillo, de crecer con el
estudio, de rogar con la oración y trabajar sin decaer la acción. Y
cuando llegue el momento de entregar el relevo en la posta, que pueda
sentir que mi trabajo por el Señor valió la pena, se hizo con
generosidad a pesar de mis debilidades y fallas pero con esperanzas.
Allí, aunque no me vea feliz, sabré que me entregué como mejor
pude y ahora, tú la llevas.
Gracias
Señor por esta vivencia de mis hermanos,que aprenda siempre de su
empuje, de su perseverancia, también te ruego por la salud de tantos
que están viviendo estos años difíciles.
Es el momento de no defraudar a quienes nos quieren y confían en nosotros.
Gracias Señor.
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