PATRICIA MAUREIRA
ALVAREZ- "DE COLORES" Rancagua
Trabajo
en el sector salud. Normalmente la gente espera mucho de uno y
constantemente te están exigiendo más. Yo con esta tremenda
experiencia cambié mucho- el cursillo te transforma y te
enriquece-la metanoia es cambio de muchos grados-según la amistad o
lejanía.…..
empecé
a enfrentar la vida de otra manera- crecí como persona y como
cristiana (y tanto que lo necesitaba!).
Y
así viviendo esta linda historia que me hizo decir ¡soy feliz!- y ¡de
verdad!. Me preocupé primero que nada de entusiasmar a mis
hermanos santiaguinos: Arturo y Juan y mis cuñadas. De a poco, con testimonio
personal más que sólo palabras, .de a poco a poco, con cariño, de verdad
descubrí que eran buenos prospectos. Cada oportunidad era aprovechada, como en
nuestras reuniones familiares, hasta que así-amorosamente llegó el
momento que por gracia de Dios pudieron vivir un cursillo de
cristiandad.Estaba tan ilusionada...y más entusiasmada-mi familia se integraba.
Desde
allí nuestros encuentros familiares nunca fueron iguales a los de
antes, éramos rico, teníamos al mejor de los amigos: Jesús, y
sabíamos que juntos nos agarrábamos de su mano amorosa para nunca
soltarnos.Sin embargo sin querer-la vida es complicada, el cuarto día
tuvo su cuesta arriba: mi hermano Juan y su esposa Vicky tuvieron
un grave problema de salud que les vino a variar su nueva forma de
vida a un año de la alegría de vivir su cursillo; les ocurrió una
grave enfermedad-justo, curiosamente en el año nuevo, cuando juntos
despedían el viejo año- Vicky sufrió un ataque cerebral y quedó
postrada.Qué dificil esta situación. Y de ello ya son tres años.
Les sirvió a ellos y a nosotros a enfrentar mejor la vida, a
continuar como ultreya: seguir, continuar, sin desmayar.Ahora, son
diarias palabras de amor y ternura; ya! ….”regálame una
sonrisa” le pide Juan todavía y muy enamorado. Allí la está
mudando, bañando, aplicando crema, su dedicación es tierna- sabe
que no pueden soltarse de la mano cariñosa del Señor. De verdad yo
le saco el sombrero a esta pareja de mi familia los veo felices,
alegres, unidos, es porque maduraron juntos. Se casaron tan jóvenes
y tan contentos: a los 16 años; los encuentro lo máximo aunque les
pido hermanos que leen acompáñenme, recen por Vicky y Juan-tienen un cuarto
día cuesta arriba, pero siguen firmes.
Arturo,
el otro hermano aunque un poquito triste me decía ¿que hubiera
pasado si no hubiéramos vivido esta maravilla de un cursillo de
amor?- ¿cómo habríamos enfrentado las dificultades que se
producen? Sólo amargados diríamos enojados.... ¿y porqué a mí?
Ha
sido, sin duda alguna, el mejor regalo de nuestras vidas.Ahora solamente
agradecer por conocer amarlo y seguir a nuestro Señor. Cómo tres
dias pueden ayudar para siempre nuestras vidas...es un misterio ..de
puro amor....
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