¿
Cómo poder explicar la fe ?
¿
Cómo poder contarles de este regalo que es la fe ?¿
Cómo poder contarlo con hechos simples, para que me entiendan ?
tratando
de explicarme y luchando para hacerlo con ustedes, intentando
descubrir la manera, la forma, y allí me acordé de mi buen amigo
sacerdote el Padrecito Arturo Galaz, de la Comunidad Mercedaria que
vivía en el sitio histórico de la Iglesia de Nuestra Señora de la
Merced, donde años atrás el padre de la patria y los
patriotas dieron una muestra de resistencia y perseverancia al no
rendirse jamás ante las huestes españolas, en el recordado “sitio de
Rancagua”.
Este
era un curita de cursillo, que nos entregó mucho afecto, dedicación,
compañía y apoyo en forma permanente, de mucha cercanía, era “un
cura campechano”, sabia tratar muy bien a “los mate e´trola” o
a quienes éramos muy tibios o no andábamos en buenos pasos.
El
Padre Arturo tenía, además un tremendo título : “Capellán de
los reclusos de la cárcel de Rancagua” y como tal entregaba su
trabajo con aquellos hombres privados de la libertad , purgando el
pago de sus pecados con esta sociedad que los encerró.
Estos
tipos, la llamada escoria de la sociedad, eran “su comunidad”
donde intentaba sembrar la semilla de la rehabilitación, de la
esperanza, con la conocida frase “todo hombre es mi hermano” y
donde otros hombres que habían teñido su piel de todos los colores
prestaban igualmente su servicio de evangelización, de apoyo y de
compañía.
Trabajando
en las escuelas y otras actividades, notamos “sin querer queriendo”
que no tenía reloj pulsera y siempre deslizaba la consulta…”quizás
que hora es …..”
Se
acercaba su fecha de cumpleaños y los que siempre compartíamos con
él, nos organizamos para darle una buena sorpresa : un lindo y útil
regalo que sirviera para organizar mejor su nutrida agenda personal.
Fue un éxito, le achuntamos con el regalo ya que dichoso y ufano, se
paseaba con la manga levantada y sonriendo se ofrecía solícito ¿
“quieren saber qué hora es “? – “Pregúntenme con toda
confianza chiquillos. “
Pasó
el tiempo y siguió la vida y la rutina, pero más de alguien se fijó
un día en un detalle y una duda, el cura ya no tenía el reloj,
¿qué hizo del “tremendo regalo del movimiento “ ? capaz que lo
regalara-pensamos.
-
como que no quería contarnos y permanentemente “se estaba
corriendo por la tangente” hasta que un día, con mucho cuidado se
atrevió a confiarnos “la firme” :
-
¿ saben ¿? No lo tengo , ya no tengo el relojito bonito.
Pero,
que le pasó padre, no nos diga que lo regaló….?
-no
se preocupen chiquillos, yo igual quedé muy agradecido,
-
pero, cuente Padre, aunque sea para “salir del empacho” si no se
lo contaremos a nadie, total usted era el dueño y podía hacer lo
que quisiera.
-
…..¿ La verdad ? ¿ la verdad ? me lo robaron mis angelitos,
pero les pido por favor que no trascienda , si no díganme ….quien
va a confiar en ellos ? ¿ cómo los voy a poder ayudar ? -si los
pueden hasta castigar y me hechan a perder todo el trabajo que hasta
ahora estoy intentando hacer ya tanto tiempo.
Aquí
grité : ¡ Eureka ¡ esta es la mejor manera de explicar a mis
hermanos lo que es tener fe…..!
Si
nadie confía en otro por su apariencia, por su historia, por su
costumbre o por lo que sea, yo, igual no más…...¡se trata del
Señor!, de otros Cristos….. verdad ? allí comprendí lo que
significa “confiar”, pero de verdad.
Gracias
Padre Arturo, ahora me quedó claro a mí y a mis amigos….!
Que sepamos demostrar entre los que nos rodean esta verdadera clase
magistral de nuestro queridísimo sacerdote-hoy viviendo para siempre el quinto día.
“de
colores”
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