En 1987, los chilenos dijimos “Santo Padre, yo lo invito”. Con la ayuda de todos, se logró
reunir el dinero que hizo posible, la visita de Juan Pablo II.
Hoy, 30 años después, nuevamente tenemos la oportunidad de tener al Papa
con nosotros. Gracias a tu colaboración, se podrá contar con todos los
requerimientos técnicos y de logística, necesarios, para hacer realidad este importante acontecimiento.
Puedes donar desde $1.000, a la Conferencia Episcopal.
Sé parte de esta noble cruzada para decir "Papa Francisco, yo lo invito".
Para más información visita www.franciscoenchile.cl.
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