Es una
maravilla. A pesar de mi edad aquí llegué a descubrir esta novedad; sí, es
divino aprender, descubrir, conocer. Ahora, las cosas van a cambiar que este
cuarto día o “nuevo aliento” me dé las suficientes energías para contagiar a
los que me rodean. Vivir la Gracia y transmitirla. La misión es complicada,
hermosa y maravillosa. Me interpela y me provoca energías y esperanza. ¡Gracias
Señor!
Cuando era
pequeña quería cantar. Bueno, aquí descubrí que no es mi fuerte. Que todos no
servimos para todo pero siempre servimos para algo. En eso intentaré sacarles lustre
a mis talentos, multiplicarlos y trabajarlos. Ofrecerlos para el bien común haciendo
lo mejor posible siempre. Que Jesús de la Misericordia me otorgue la fuerza y constancia
posible para seguir, entregar lo mejor y perseverar.
Hay tanto
que contar. Muchas las novedades y alegrías. Quiero resumir en pocas palabras: Gracias a todos por la paciencia que me dispensaron; no creo
ser tan merecedora de tanto amor y cariño que sentí en este cursillo. A los
sacerdotes, trabajadores y a la retaguardia orante. Me condicionan a hacer otro
tanto por el amor a Jesús. Agregar tan sólo que ahora sí quiero vivir “de
colores” para siempre.
http://quico-anguita.blogspot.cl/2016/11/mi-cursillo-en-pocas-palabras-ciruelos.html,
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