¿Soy puro de corazón?
¿Puro en las intenciones?
¿Digo sí y no como Jesús?
Hay una pureza del corazón , una pureza de los labios, una pureza de los ojos, una pureza del cuerpo… ¿Trato de cultivar todas estas purezas tan necesarias especialmente par las almas consagradas? Lo opuesto más directamente a la pureza de corazón es la hipocresía.
¿A quien me esfuerzo por agradar en mis acciones: a Dios o a los hombres?
BIENAVENTURADOS LOS LIMPIOS DE CORAZÓN
Perdón Señor por nuestro apego al pecado.
Por nuestra falta de transparencia y sinceridad.
Por nuestra hipocresía y vida de apariencias.
Por nuestras ambiciones secretas.
Por nuestros afanes egoístas.
Por la falta de limpieza en los pensamientos, en los deseos, en las miradas.
Por nuestro mal ejemplo y el escándalo que causamos, que mancha el corazón de nuestros hermanos.
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