martes, 18 de agosto de 2015

-* Despidiendo a OSVALDO: "con una pala y un sombrero"/107



Cuando lo invitaron a vivir su Cursillo de inmediato se decidió sin problemas ni temores. Es que con Maruca “estábamos siempre como yunta”.


Como pudiera decir que siempre hicimos lo mejor posible.
 Quizás lo dirán los nuestros que siguen…
Si parece que estoy sintiendo: una familia unida, varios hijos y más nietos. Recibir atrás en el tiempo, el regalo del gran ideal, para toda la vida, que ilumina y acompaña siempre.
Tenía su carnicería y trabajaban “a parejita” con su “Maruquita”.
Los nietos, eran su tremenda atracción. De repente como que no se entendían: ya chiquillos, traiganme la palmatoria!.
-¿Adonde? Allá adentro, cerca del refrigerador!
-no sabemos tata!
-por la cresta!, como no van a ver la palmatoria,¡ aquí!...¿no les digo?
(jamás en la vida vimos una “palmatoria” pero como ibamos a pelear con el tata po.)
Trabajador, comprensivo, responsable, muy honesto, querendón, bien sincero.
Comprometido!
Estas características especiales las dijeron los más pequeños….envidiables! es que los niños dicen siempre la verdad.
Hacer lo mismo- para lograr todo ello- será el mejor homenaje y el mejor de los testimonios- es que cuando se colorea el alma…se nota!.
Lo recordaremos por las lindas reuniones de grupo que los hermanos de Requínoa compartían aquí y en Pichilemu -donde su casa era abierta a todos.En esos paseos al cerro, en esos encuentros con hermanos.
Era mayor pero me trataba cariñosamente como “el nino”; éramos hermanos iguales por supuesto que herederos del cielo.
Con “una pala y un sombrero” lo despidieron toda su gente y todos los que lo queríamos…..muy emotivo resultó.

“recibir su alma y presentarla ante el Altísmo” fue nuestra petición general, querido Osvaldo Droguett, vives tu quinto dia. El definitivo, el de la vida plena.
 Nos alegramos de verdad saber que uno de los nuestros ya vive feliz. ya nunca mas penas, enfermedades, dolores......
Hacemos sentidas condolencias por la familia que queda y que nunca podrá olvidarte.
Nosotros, tampoco

“de colores”

CAQUI

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