¿Tengo hambre y sed de santidad?
¿Tiendo a la santidad o desde hace tiempo me he resignado ala mediocridad y a la tibieza?
El hambre material de millones de personas, ¿pone en crisis mi búsqueda continua de comodidad, mi estilo de vida burgués?
¿Me doy cuenta de en qué medida yo y el mundo en que vivo nos encontramos en la situación del rico epulón?
BIENAVENTURADOS LOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE JUSTICIA
Perdón Señor porque no te amamos con todo nuestro corazón, nuestra voluntad, nuestras fuerzas y nuestra mente.
Porque más que el Reino de Dios buscamos sus añadiduras.
Porque no deseamos ávidamente que se haga Tu voluntad.
Por nuestra falta de vida eucarística.
Por nuestro desamor a la Iglesia.
Por no valorar la dimensión de nuestro pecado en la comunidad.
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