CAROLINA
CUBILLOS ESPINA-LINARES 2010
“Me
tocastes Jesús en mi juventud”
Mis
padres eran cursillistas y participaban activamente en el movimiento.
A mí me tocaba colaborar en confeccionar viseras, pancartas y pescaditos para reuniones y actividades. Recuerdo que en Navidad éramos los “artistas” del pesebre viviente que se preparaba para la importante ocasión. Poco a poco uno va aprendiendo y cree que después de un tiempo “casi se las sabe todas” pues conoce varias cosas y testimonios de los cursillistas.
A mí me tocaba colaborar en confeccionar viseras, pancartas y pescaditos para reuniones y actividades. Recuerdo que en Navidad éramos los “artistas” del pesebre viviente que se preparaba para la importante ocasión. Poco a poco uno va aprendiendo y cree que después de un tiempo “casi se las sabe todas” pues conoce varias cosas y testimonios de los cursillistas.
En
casa mis padres queridos me decían “es distinto vivirlo que
saberlo” y eso me marcó profundamente. Yo quería ir pronto al
Cursillo de Cristiandad pero ma mamá fué firme, debes esperar, eres
muy joven, ten paciencia, ya habrá tiempo y tendrás tu oportunidad.
El
Señor va dando los tiempos y llegó mi momento, tenía que partir a
estudiar a la universidad y allí aproveché; fuí a vivirlo por fin.
Tenía muy claro, como lo contaba la gente que sabe, que en la
universidad uno tiende a cambiar, a ver otras cosas, entonces quise
prepararme para reafirmar y robustecer mi fe.
La
juventud con tantos cambios, se pone tan variable y pierde valores
que uno creía arraigado; la tentación es grande y la vida es así.
Así
que llegamos a nuestro cursillo. De todo lo que creía saber no
recordé nada, eran tantas cosas nuevas y distinta que no te
acuerdas, apenas recuerdo que éramos tres jovenes en medio de tanta
gente con su buenos años, las redes y la pesca eran abundantes-
diría como resumen o en pocas palabras que fue una experiencia
vital, novedosa, enriquecedora.
Con
cariño recuerdo a tia Martita Antunez , tan emotiva, nos dió
consejos y cariños y al padre Jesús que desde Rancagua nos acompañó
y apoyó nuestro cursillo, tremenda emoción... ¡cómo no sentirme
contenta y agradecida con vivirlo.
Ahora
con la Fernanda participamos en la vocalía de la Juventud de Linares
y queremos hacer nuestro aporte a este lindo movimiento, tenemos que
llevar nuestro trabajo a los ambientes que nos esperan,
Veo
a los dirigentes antiguos y una sugerencia sin molestar consideramos
que muchas veces parece que son muy cerrados, como que les cuesta
aceptar ideas nuevas; el método es muy bueno y es conveniente
considerar que los tiempos van cambiando, hay pues un buen trabajo
que hacer juntos: nuevitos y la experiencia y perseverancia de los antiguos.
Recuerdo
que me ha tocado exponer un trabajo de investigación sobre la
historia del movimiento y me ha gustado, destaco que en cada
instancia uno aprende buenas y nuevas cosas, ahora la historia nos toca a nosotros y es una tremenda responsabilidad.
Aquí
he descubierto el proyecto misiones, la búsqueda de candidatos, la
perseverancia de muchos en el cuarto día y la alegría que nunca
falta en estos encuentros, así que doy gracias por participar en
este 8º encuentro zona centro del MCC en Vilches, Talca, que buena
oportunidad nos regala el Señor en estos dias.
Solo
darle gracias al Todopoderoso. Llegó a mi vida temprano y me tocó
con su gracia y amor, ahora me siento como los trabajadores de la
viña que empiezan en la mañana a primera hora y me doy cuenta que
el trabajo es grande y la misión es permanente, me queda rogar a la
Buena Madre que nos dé siempre fuerzas para perseverar en su cariño,
ternura y esperanzas.
A
Jesús por María, “de colores”
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