Ya pos Tinita, ----¿vas o no vas?- ¡Decídete!
Hacía
varios años que no veía a mi amiga Totó pero aquél día marcaría
un antes y un después en nuestra relación de amistad y en mi vida.
Ella estaba trabajando en un local comercial en pleno centro y nos
encontramos por casualidad que uno ni imagina, aparte de las copuchas
y las noticias de todo este largo tiempo y todos sus comentarios me
hizo, de improviso, una loca invitación:
-
¿“querís ir a un retiro?, es algo lindo y te va a gustar”,
tanto o más que a mí- lo dijo con sinceridad. Ví en sus ojos que
era todo de verdad.-
-”ya
po”, le dije entusiasmada y ¿para cuándo?
-bueno,
más adelante pero yo te avisaré, no te preocupes .
Y
así fué poco a poco, me hablaba algo y volvía a pausas, eran como
cortos de su vivencia mientras el tiempo pasaba y seguía su curso
hasta que llegó por fin la esperada ocasión:
-Tina!
Ahora sí- estoy más contenta con tu decisión y por favor me vienes
a buscar al local y yo te acompaño a la Merced, le dice, ¿te
parece?.
Y
llegó el día, con entusiasmo prepara la maleta y ya lista empieza a
pensar:
-Chitas,
estoy lista pero ¿a que iré? - ¿con quién?
Y
entraba y salía y pensaba con un curioso miedo a lo desconocido. La
Cindy, mi perrita regalona, me miraba sin entender tantas dudas …...
como que quería “echarme para atrás”, total, pero, me había
comprometido- había dicho que sí por ello es que salí decidida y
le puse llave a la casa para no pensar más en abandonar.
Mi
amiga ya estaba nerviosa Oye pero¿que te pasó?- demorastes mucho.
-
Es que ¿sabes? La verdad es que tengo un poco de miedo, me cuesta
salir y sola más encima; incluso traje mi precioso tejido crochet
para terminarlo.
-No
te preocupes, vas a vivir algo que vale la pena, que te va a ayudar
en tu vida para siempre.
Así
llegamos y me encuentro con Chelita Páez, una amiga que nos vendía
chocolates y empiezo a ver a más gente, pero no ubicaba a nadie más.
Estaba muy callada, en el bus sólo miraba y la verdad es que me
quería devolver, estaba casi aterrada, llegamos y estaba oscuro
terrible! -¡Me quiero ir! Me sabía super cobarde y trataba y
trataba pero empezaba y seguía y me decía : no! -“esto no es
para mí”-pero aguanto y sigue avanzando el programa.
Recuerdo
al padre Alejandro-simpático, alegre, joven que me consoló, decía
que a cada uno Dios lo tiene en la palma”, yo estoy en sus manos y
eso es bueno es hermoso y me empieza a entusiasmar el corazón y
lloro como nunca lo había hecho. Es “un sello” que me deja
marcada desde antes que naciera. Ahora recién empiezo a entender.
Chitas
me dije: “Nunca me deja , pero yo cuantas veces lo dejé”,
“no
me olvida, y yo siempre lo dejaba de lado”. Te seguiré por siempre
Señor!
Mi
cursillo tenía el número 25 del 23-25 Agosto 2003 y fue una hermosa
oportunidad de aprender con todo lo bueno y más del cursillo-Hoy,
hermanos queridos puedo decir que me siemto plena, completamente
feliz- Cristo en mi vida -es lo mejor que un día me pudo ocurrir. Ni
la Totó se imagina lo increible que ha sido en mi vida, de como me
ha servido, ayudado, acompañado.
Por
ello lo recomiendo a todo quien tenga la oportunidad de vivir esta
hermosa historia, hay alguien allí cerca que te quiere y te puede
invitar, anda, no dudes ni tengas miedo- no te arrepentirás nunca.
DE
COLORES- TINA
RANCAGUA
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