BREVE
HISTORIA DEL MCC EN RANCAGUA, DIÓCESIS DE LA SANTA CRUZ
Los
inicios de los principales acontecimientos y personas relacionadas
con el MCC en
Rancagua,
tiene su origen en el año 1968. Ese año el P. Juan Jose Lucas,
sacerdote
español,
quien habia hecho su Cursillo primario en Perú, llega a Rancagua.
Allí se
contacta
con el P. Roberto Figueroa G., quién le propone algunos nombres de
personas
que podrian interesarse en participar. El P. Lucas contacta con
Camilo
Lucero,
Fernando Ramirez, Armando Tudela y Octavio Sanchez, y consigue
enviarlos,
en
la Semana Santa del año 1968, a Constitución para vivir su
Cursillo primario. En el
mismo
año Margarita de Tudela y Rudy de Sanchez, harán su Cursillo
primario en el
mes
de agosto en la Casa de Cursillos Tabor, en Chillan.
Posteriormente,
este pequeño grupo, mas el P. Lucas y Pedro Vallejos, que habia
hecho
su Cursillo primario en el año 1960 en Chillán, empiezan a reunirse
y ver forma
de
iniciar las actividades en Rancagua. El trabajo da frutos y,
apadrinados por Chillán,
comienza
entonces la preparacion del Primer Cursillo de Cristiandad de la
Diócesis,
Cursillo
de Hombres que se realizó entre el 22 y 25 de agosto de 1968 en la
Escuela de
los
Padres Josefinos de Requinoa. Por su parte, el primer Cursillo de
Mujeres tuvo
lugar
en Codegua entre los dias 13 al 16 de septiembre de 1969.
Posteriomente y con
Valparaiso,
fundamentalmente.
En
la "brecha" y durante los años 1968 a 1975 estuvieron:
Pedro Vallejos, Eugenio
Saavedra,
Edgardo Escobar, Sergio Torres, Fidel Castro, Lucho Marchant, los
Hnos.
Zúñiga,
Camilo Lucero sus respectivas esposas y algunos más. Pero,
desafortunadamente,
debido a
la
falta de un Asesor Espiritual permanente, el Movimiento sufrió una
seria crisis en la
década
1975-1985, llegando un grupo de dirigentes a reunirse con el
Secretariado
Nacional
que estaba en Valparaiso y señalarles que deseaban “entregar la
llave y
cerrar
la puerta".
Gracias
a Dios fueron impulsados a seguir y para ello contaron la ayuda del
Sacerdote
cursillista
de la Congregacion de la Pequeña Obra de la Divina Providencia, P.
Reinaldo
Rodella. El Espiritu Santo soplo fuerte sobre este grupo de
dirigentes:
Octavio
y Rudy de Sanchez, Fernando y Magaly de Leiva, Roberto y Julia de
Storey,
Sergio
y Elba de Torres, Silvia Jardúa, y la valiosísima colaboracion de
los Sacerdotes
cursillistas
Padres Pasionistas Mario Sanguinetti que venia de Valparaiso y que
fue
trasladado
posteriormente a Los Lirios y el P. Desiderio Morales, Párroco de
Coya en
aquel
entonces ,también con el Padre Renato Guerra Larrín de la Parroquia
de
Guacargue, el Padre Arturo Galaz, de la querida Comunidad Mercedaria de
Rancagua y el Padre Jesús Grañón Martin.
El
amor a Cristo permitio que la perseverancia de este grupo de
hermanos
poco a poco fuera dando sus frutos, a pesar de las dificultades
siempre
presentes
en las obras de Dios, y se fuera avanzando por la senda ya trazada
abriendo
nuevos
surcos y rumbos.
El
despegue definitivo y continuo se produjo en el año 1986, a contar
del Cursillo Nº6
de
mujeres y Nº9 de hombres, año a partir del cual el Movimiento se
fue consolidando
en
la Diocesis y entregando cursillistas que estan entendiendo cada vez
mas cual es
la
mision que deben asumir en el nombre del Señor. Gracias al trabajo
efectuado,
Rancagua
cuenta en estos momentos con los Centros de Pichilemu, San Fernando,
Guacarhue,
Quinta de Tilcoco y Requinoa.
Se
han realizado 41 Cursillos de Hombres y 38 de Mujeres, el número de
personas que
vivieron
estos cursillos alcanzan alrededor de 1.800 personas que sintieron un
cambio
en
sus vidas.
Agradecidos
del Señor por lo generoso que ha sido con nosotros, solo esperamos
seguir
avanzando por este camino que El nos ha trazado y ser fieles a la
finalidad del
Movimiento
: " Crear nucleos de cristianos que vayan fermentando de
Evangelio los
ambientes",
en otras palabras "BUSCAR EL REINO DE DIOS".
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