miércoles, 16 de enero de 2013

- Disculpa, lo siento.

Descubrir al Señor en todas las cosas, en todas las gentes. Fotografía: Isla de Chiloé al atardecer cuando el sol empieza a desaparecer  y el horizonte dibuja los contornos de la isla. (Caqui 2012)


DISCULPA ESTRELLITA
Quería escribirte estas líneas, necesitaba decírtelas. Descubrirte en tu especial trabajo apostólico-por todos conocido-y verte renovarlo con ganas y entusiasmo. La oportunidad era el encuentro de ése Viernes, en la despedida de fin de año. Compartir la mesa una vez más también por un nuevo año que el Señor, en su infinita bondad nos ha premiado, nos ha regalado para ser mejores.. La conocida bondad y ganas de recibir a tus hermanos es una tradición-gracias a Dios-que te conocemos y disfrutamos de tu amistad, como si no abrir tu casa de par en par como muchas otras veces.
Siempre afanados con la problemática del movimiento que nos une y de los afanes de las actividades cuando se me ocurre ir a la sala de baño- quedo mirando al dormitorio la puerta entreabierta y la señora Amparo durmiendo, cuidada por la enfermera y recordé a la mía cuando estaba viviendo este proceso de estar y no estar; claro tu madre está aún bien-dentro de su vida: y me calló la teja- por sabido no se sabe-yo casi nunca pregunto por ella, su estado, su salud, que manera de ser sin cariño, despreocupado sin ternura por tu mamita querida que todavía te acompaña, te conversa y comparte contigo. Es sin duda una falta de delicadeza que tengo que purgar con estas pocas líneas.
Discúlpame. Excúsame. Debo tratar -en este nuevo año- de aprender ,mucho más de mis hermanos que me rodean.
Gracias Estrella.



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