miércoles, 30 de enero de 2013

48- * Juan Carlos y Claudio- MCC 50 años

 

---Un encuentro de amistad: JUAN CARLOS Y CLAUDIO

Esta frase me sonaba extraña: “peinar leones”, y era el futuro al salir de mi cursillo al exterior y lidiar con todas las personas de mi entorno donde habría que jugárselas con todo. Llevar la buena noticia no siempre es comprendido, es la selva de mi ambiente, allí “donde las papas queman” .Pero hay que empezar, de a poco, para ir tomando confianza.
En el inicio todo se me hacía muy difícil, hasta ir a un encuentro o un grupo se me hacía cuesta arriba. Hasta que de a poco empecé que uno debe ponerse, no sólo con dinero, buenas obras, palancas sino también con tiempo, con algo de lo mucho que recibes.
Ése día en pleno centro de Rancagua me encontré de improviso con Claudio. Habíamos sido compañeros de curso, había pasado mucho tiempo y el abrazo fué instantáneo. Intentar de conversar en un unos minutos la vida entera, de la familia y el trabajo.Mirar a los ojos y disparar una pregunta difícil:”...pero a tí te pasa algo, no eres el mismo chiquilín alegre, te veo triste y demasiado serio". (¿como podía ver tanto en tan poco?) Lo peor de todo es que era cierto esta inquietud y el amigo tenía una especie de ¿“es que se nota mucho”? …...pero me hablaba y hablaba profundamente convencido y me mostraba una fuerza especial.
A tí te falta conocer Alguien-importante: El Señor!, como a mi me sucedió hace un tiempo pero-se le ocurre- “yo te voy a hacer un regalo, si tienes interés y ganas. Todo lo que decía era con fuerza, ganas y alegría, sus ojos brillaban, lo veía tan diferente que olvidé hasta mi carrera, mi trabajo, de lo que estaba haciendo y me transporté, “me volé” tanto así que mi respuesta fué casi instantánea; bueno, conforme, dime de que se trata.
Y me fue a visitar a casa. Todo lo que decía era para no creerlo pero viendo su cara su entusiasmo y la forma que estaba convencido, de sus ojos, sus palabras y ésa extraña y tremenda alegría que mostraba; no dudé un instante y partí a vivir este retiro de tres dias, ése mentado cursillo de cristiandad.
Un encuentro de amistad en medio del ajetreo de la vida puede cambiar una vida. Hacerla más interesante, mirar los acontecimientos con nuevos ojos, entenderlos mejor. Llenar la vida con los colores del Señor.Intentar ser cada dia mejor.Ganársela a la vida.

Gracias Señor por poder mostrar en mis hermanos tu rostro amoroso e intentar hacer de la vida un nuevo camino de santidad.
Será difícil, complicado, lo sé, pero ahora no estoy solo. La compañía de mis hermanos es una amorosa promesa para apoyarme y seguir adelante. Este futuro lo construimos juntos “Señor, tú te has fiado de mí, no permitas que lo heche todo a perder” (Luis Butera V.) 

 
"CON LOS AMIGOS DEL SEÑOR SE PIERDE, PERO CON EL SEÑOR NO SE PIERDE NUNCA".
Eduardo Bonnin

CAQUI- ENERO 2012 


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