Un canto al cielo. Tenemos cursillo de mujeres después de varios años, volvemos a suspirar por tres dias, ofreciendo lo mejor de cada uno, para el éxito apostólico del CURSILLO 47 que Dios mediante empezó anoche. En el templo nos juntamos a rogar por cada integrante, por los sacerdotes, para que todo salga bien. Las encomendamos a nuestra Madre Celestial. Acompañen con su oración, hay un reloj las veinticuatro horas, no podemos detener la GRACIA; Únete, estamos unidos, somos uno en el Señor.
Se inicia (¡por fin!) el régimen de internado, cada una con su maletita cargada de esperanzas inicia el camino por los corredores de esta querida casa de retiro.
Alguien enpieza tímidamente un canto que es seguido por todos mientras las mujeres sonríen:
"Soltero, soltero, soltero sin compromiso" lo que es una mentira alegre ya que todos dijimos un día: ¡SÍ!
y las vamos a acompañar, a pedirle al Señor abundantes gracias para cada una.
El que más regalos recibe en la vida, debe dar mucho más. Acompañamos juntos en la Retaguardia Orante.
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