A las que nunca pierden la esperanza y cada sábado participan en el Rosario de Palanca en esta hermosa mañana.
A las que unen sus oraciones perseverantes por nuestros Sacerdotes que las acompañarán en esta importante labor de tres hermosos días.
A las que trabajan sin cesar con optimismo y fe; alegría y ganas de vivir, llevando la Buena Noticia a los ambientes.
Hoy son nuestras reinas, emperadoras y esposas, pero aún más son...MADRES!
Las encomendamos a todas con mucho cariño:
"Madre mía no te alejes, tu vista de mí no apartes, ven conmigo a todas partes y nunca solos nos dejes; y ya que tanto nos amas, danos la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén!
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