martes, 10 de junio de 2014

-* Pescar sin ser pescador- MCC 50 años en Chile- 69





“PESCAR SIN SER PESCADOR”

Unos primos de mi mujer viviendo en  Concepción pero que trabajaban en Santiago, nos habían hecho una invitación distinta un tiempo atrás para vivir un cursillo de cristiandad. Y llega este día que venían a conversarlo definitivamente con los dos. Recuerdo que teníamos catequesis de primera comunión de nuestra hija y pasábamos a buscar a los catequistas para llevarlos en nuestro auto.
Terminó la actividad y cuando partimos a dejarles a casa se me ocurrió decirle a mi amigo “Oye Marcial, te invito a algo que me invitaron pero que es bueno, así no voy solo (así no más cero precursillo imaginen) lo veía tan normal todo.
Llegamos a casa preparamos la once y llega el primo el Godo ( y quiénes son ellos? pregunta medio molesto) Y empezamos a conversar generalidades del tiempo y lo otro esperando que los “pegotes se fueran” hasta que lo llamé a terreno, ya po primo cuéntanos de que se trata mira que invité a mi amigo y queremos saber cuándo, cómo y dónde va a ser la cuestión. Me mira un tanto extrañado: Oye, pero a ellos yo no los conozco…
No te preocupes, yo soy el aval, los presento ya que los conocemos hace tiempo en la comunidad y vamos juntos, aprovechando la oportunidad, no lo crees?. Ellos nos catequizaban y yo patudamente los evangelizaba.
El primo estaba un tanto complicado,(ahora lo comprendo), en “que tete” me estoy metiendo por culpa del Aquiles, pero nos compró la oferta y en vez de dos se llevó esa noche cuatro fichas firmadas “oleadas y sacramentadas” (algo que me gustaría vivir ahora con mis candidatos)
Fuimos y descubrimos la alegría de saber que Dios nos ama, que mientras más le conocemos mas  y mas es el amor. Y empezamos con nuestro grupo junto a los primos allá en Concepción. Me di cuenta que éramos cuatro que viajábamos y podíamos ya despegar así que partimos con este grupo de amistad y perseverancia de contínuo  enriquecimiento. Conquistamos nuevos, seguimos formando grupos. siempre trabajando, aquí y allá, en lo que venga, el trabajo para el Señor es algo que nos llena la vida y nos da alegría y satisfacciones. Con Marcial cumplimos en Agosto 16 años de hermosa amistad cristiana, dedicados y haciéndole empeño. Aunque no era bueno para leer nos dedicamos al estudio, hay que aprender, hay que crecer.

Ciertamente tendrás dudas; siempre, pero si te invitan a este encuentro personal no lo dudes ni un instante, vívelo con sinceridad porque ¿te has dado tiempo para ti, conoces a quienes te rodean?,  podrás  tener amigos, buenos, verdaderos que no te defraudarán. Te lo digo con seguridad por todo que he vivido.

 Termino con la historia de mi hermano de Lebu, un pescador de verdad, andaba embarcado y llegando lo tomamos en Valdivia lo llevamos al cursillo en Concepción salió, en bus a Valdivia se embarcó de nuevo a pescar. Imagino que nunca más el tirar las redes será igual. Bueno para mI tampoco, ahora lo hacemos por nuestro Señor.
Un abrazo hermano de colores.

Con aprecio y alegría

 AQUILES- SECRETARIADO ARQUIDIOCESANO DE CONCEPCIÓN

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