Reminiscencias del primer Cursillo de Hombres de Rancagua
Nunca hubiera imaginado que este primer cursillo de la Diócesis se llevara a cabo en el Liceo San José de Requínoa en las fechas 22 al 25 Agosto 1968 donde, por gracia de Dios encontraría gente que compartiríamos este caminar "de colores" .
Primero porque se realizó en "mi colegio", algo increíble. Después de Sewell, llegué al Liceo de los Padres Josefinos de Murialdo. A empezar hacer nuevos amigos, aprender y participar en todas las instancias de las actividades parroquiales en San José. Desde monaguillo, integrante del Coro Murialdo, de los Cruzados y después en la Acción Católica.
Con los años, seguí en el Liceo de Hombres de Rengo cuyo hermoso edificio se encontraba en el sector Plaza de Armas de la Ciudad. Allí empezar a postular al trabajo, no podía seguir estudiando siendo el mayor de los cuatro hermanos. Tenía dos posibilidades en la mano para ganarme la vida así que elegí alejarme de casa para ingresar en una entidad financiera en Diciembre 1966 a la sureña ciudad de Victoria. Por tanto cuando se realiza este primer cursillo estaba a punto de lograr el traslado a Santiago para acercarse a la familia. Osea por esas cosas que el Señor no más sabe no nos encontramos en ese momento tan importante en la Historia del Mcc Diócesis- sino algunos años posteriores, ello por la gracia de Dios.
Vemos la fotografía y de inmediato encuentro las caras conocidas. Partiendo por el Asesor del encuentro: El padre Denis Lemieux N. quien sería el asesor de mi cursillo #29 años posteriores en la capital. Me llamó la atención su chaquetón diferente en un cura jovial, era clarito con rayas que descubrías a lo lejos. Recuerdo que era de Canadá. Joven, dinámico, alegre. Con sus anteojos nos hacía participar, compartía, alumbraba, enseñaba.
Siempre lo guardé en el recuerdo. Más todavía cuando al correr de los años supe que fué de vacaciones a su patria, muy contento y después de varios años ausente y por algo extraño se encontró en una discurcion y pelea y al parecer lo hirieron y falleció en esas tristes y extrañas circunstancias.
Osea en la historia hay penas, tristezas y testimonios. Nada es fácil y todos los tiempos tienen sus dificultades.
Hago este primer recuerdo para hacerlo presente hoy en el aniversario y en nuestras oraciones comunitarias por entregar su trabajo y alegría en este especial y bendito movimiento. También el recuerdo de tantos a quienes conocimos, trabajamos, aprendimos y amamos en esta "historia de colores".
Cumpleaños felices hermanos. Que la perseverancia, dedicación y trabajo sea el aliciente para un nuevo aniversario en esta historia que la hacemos todos juntos, siempre tomados de la mano del Señor y los hermanos.
"Caqui de colores"
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