miércoles, 6 de febrero de 2019

-Siembra siempre amor....



Me gusta compartir con ustedes hermanos míos de la Eucaristía que vivimos en San Alberto Hurtado. Una ocasión repleta de muchos fieles, donde miraba que muchos hermanos eran extranjeros. Antes de darnos la bendición finalizando la misa el padre llamó con cariño a todos los hermanos venezolanos, quedamos muy pocos en las bancas, allí este curita les bendijo prodigando palabras de apoyo y aliento a esta especial comunidad y los momentos que viven. Observamos de regreso al lugar original a una mujer muy agobiada que lloraba a mares cuando se le acerca una señora con sus años y muy amorosa : "pasamos también por esto hace más de cuarenta años. Tenga confianza!, ya pasará". Las miré emocionadas dándose un fuerte abrazo. Quedé con un sabor distinto este Domingo. Uno pues mi oración y esperanza para que nuestros hermanos de Venezuela y muchos más tengan una vida mejor. Roguemos pues al Señor.
Que tengan un buen año hermanos rancaguinos.


NIBALDO

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