martes, 6 de febrero de 2018

-* QUINTO DÍA MAURICIO JELVEZ (Q.E.P.D.)




QUINTO DÍA MAURICIO JELVEZ  (Q.E.P.D.)

Quien escuche, aprenda y cante esta sencilla canción  “De Colores” le provocará algunas lágrimas pero un millón de sonrisas. Es lo que nos dejó la partida de Mauricio. Cariñosamente llamado por su familia como “el gordo”, “el botija”, “el negro” quienes muy emotivos contaron parte de su vida y los encuentros con sus nietos queridos. Murió joven. Partió tempranamente al encuentro del Señor después de 20 largos años de enfermedad. Su mujer y hermana estuvieron siempre a su lado cuidándolo, regaloneándolo, acompañándolo y luchando para mejorar en algo su calidad de vida, en todos estos años. En su entrega y en su palanca nos sorprendemos esta tremenda muestra de amor y esperanzas.  En mis recuerdos veo al hermano trabajando en el movimiento, apoyando, presentando temas, organizando los viajes: siempre entusiasta.

En una visita se me ocurre contarle que la Ultreya esta vez nos tocaría vivirla en el balneario de Pichilemu, donde tantas veces soñamos llevar a realidad los Cursillos de Cristiandad que ya por fin recién empezamos. Recuerdo que se le iluminaron los ojos y empezó de inmediato organizar el viaje, quiero descubrir a los nuevos hermanos, a saber de todas las novedades que se le habían pasado por estar postrado por tanto tiempo, pero llega “la patrona” y lo vuelve a la realidad con una simple palabra “tú no puedes ir, no es posible viaje tan largo y por todo el día”.
Ví instantáneamente la aceptación en su carita aún entusiasta y, con penita quedó meditando- no siempre se puede hacer lo que uno quiere.

Tenía mucha fe. Siempre hablaba del Señor con respeto pero cercanía: “El caballero me tiene todavía aquí, será hasta cuando el caballero lo disponga”, siempre confío en el caballero.
Lo recordamos y nos alegramos que está descansando de los dolores y privaciones, y estos veinte años con su familia luchando sin desmayar la verdad es que me huelen a santidad, a entrega, a propiedad de Dios.
Nos cabe solamente el siempre rogando y agradeciendo por tenerlo con nosotros.
“ y por eso los grandes amores de muchos colores me gustan a mí”, “de colores, de colores se viste la flor de las flores : MARÍA”.
Gracias por este tremendo testimonio familiar que nos ilumina y acompaña en estos tiempos tan difíciles. Muchas gracias queridos hermanos.

quico


VOCALÍA DE COMUNICACIONES.-MCC DIÓCESIS DE LA SANTA CRUZ, RANCAGUA

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