La escuela de los Miércoles de nuestro MCC, en este mes bendito.
En esta oportunidad celebramos Ultreya, para continuar, seguir más allá con ánimo, dedicación, optimismo y alegría.
El tema fue nuestra Madre del Cielo- rememorando los pasajes de la Anunciación, la visita a su prima Santa Isabel, el nacimiento del Niño Dios, la presentación del Niño en el templo, las bodas de Caná y la muerte de Jesús. En cada pasaje recordamos las bondades, virtudes y valores de la Santísima Virgen; pretendimos con cariño, hacer un paralelo con nuestra madre terrenal que nos acompaña gran parte de nuestras vidas.
Entre varios testimonios y recuerdos nos decía una profesora del grupo muy emocionada recordando los años de labor educativa, que al realizar este paralelo en el curso, hasta los niños de los protestantes hacían este deber al pensar en la mamita de casa, que es amor, cariño, dedicación y entrega a toda prueba.
Así recordamos en este día, varios ejemplos:
Perseverante, siempre adelante. Nada las amilana. Nunca sabemos como lo hacen aunque adivinamos que hay en ellas siempre puro amor. Aquí están nuestras mamitas en una palabra:
Ernestina: la acogida en la casa.
Aurora: generosa en todo momento,
Antonia: hacendosa y amable.
Clara: cariñosa
Aida: autenticidad,
Carmen: humildad
Valiente: Rosita
Paciente: Carmencita
Respetuosa: en todo momento.
Multiplicadora: como la “abuelita milagros” como cuando nos juntábamos todos los hermanos ése día Domingo y ella se preocupaba en el almuerzo procurando multiplicar los manjares con el “que alcance para todos” impregnándolos de cariño y sabor de madre.
Como la que teniendo varios hermanos de allá en el campo compartía con los de su grupo y les aseguraba, a ustedes los quiero más que a mis propios hermanos de sangre. Cada semana estoy con ustedes, me conocen completamente, saben de mis fallas y de mis fortalezas y nos queremos tal como somos.
Además debo destacar ese tremendo ojo- de la madre, realmente una visión adelantada. Cómo olvidar esas veces que me protegió con tanta mujer “extraña” que se acercó a mi lado: ¿quien es?, ¿de donde viene?…..cómo es familia…..pero llegastes tu y nunca me preguntó detalles de ningún tipo y así llevamos toda una vida juntos y enamorados.
Por eso me encanta cada oportunidad que hemos vivido en nuestras escuelas semanales, de palanqueo, formación o Ultreyas, oportunidad que nos enriquece, alegra, despierta y enseña.
Sólo pretendo recordar a mis hermanos de la comunidad que aprovechar los frutos de estas actividades ayudan a renovar con seguridad la perseverancia en este camino de salvación, los que unidos a nuestra revisión del trípode nos da fuerzas para seguir adelante, con fuerza y sin miedos.
Bonita cosecha en este mes tan especial, el mes de nuestra Madre Celestial, cuando estando en primavera nos renueva con su amor y ternura.
Madre de la divina gracia….ruega por nosotros.
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