“El
Señor me cambió la vida”
De
verdad que era un permanente ácido crítico de la iglesia y me
gustaba discutir y pelear con un amigo diácono y el cura Pepe. Un
día el presbítero me dice que me tiene una “invitación”, algo
bueno para mí. Yo estaba “en otra” como dirigente vecinal
peleaba para que la parroquia no se extendiera y ampliara sus salas
pero perdí ellos me la ganaron, y consiguieron realizar el proyecto
de ampliación, pese a mis vanos esfuerzos.
Vuelve
el cura a la carga recordándome …..bueno, dime como respondes a la
invitación....¿vas a ir....o …¿no te atreves? (ahí me sentí
como ofendido, ¿me querrá cazar?)
-
desafiante le puse el pecho....”claro que voy (que se cree este
cura, que ¿le tengo miedo?).
De
verdad era desordenado en mi vida, tenía muchos amigos, una vida
disipada, la pasaba regio, no pensaba en algo más trascendente,
total de esta vida no hay otra....( o ...¿si?) pero ahora
maravillado veo como las cosas se van ordenando de acuerdo al
Hacedor.
En
la primera noche sentí el primer “charchazo en pleno
rostro”-vagamente veía a un cura llamado Desiderio .....Oye esa
película.... ¿la contamos? - le hice un millón de cortes- quedó
censurada! Escuchaba a Alfonso del Río y seguían los charchazos uno
tras otro.
No
me digan nada que en el Sacramento del Matrimonio que me creía
impeque descubría que lo hacía todo al revés. Me descolocó- era un
carajo licencioso y me creía encachado, choro....pero simplemente
era un miserable!
Me
venía a la mente que en el mes de Octubre cumplíamos con mi mujer
41-increíbles- años de casados- y yo no me acordaba de sacarla “ni
para los temblores”, era un bellaco; pero en otro Octubre pero del
92 les cuento que Jesús me cambió la vida y desde allí no me he
alejado más en estos 22 años.....miro atrás y....pucha que peleaba
con todos.....y me portaba como el reverendo ajo!
Siempre
he dicho que el cursillo no es para arreglar matrimonios cojos pero,
confieso hidalgamente que el mío....lo arregló para siempre porque
de haber seguido como venía antes de este tremendo regalo- con mi
modo de vida relajada estaría- no dudarlo- solo, separado y triste.
¡como
no dar gracias a este Señor Resucitado! Y a tantos hombres que
siendo instrumentos me ayudaron para siempre.
Con
afecto y sinceridad, tu hermano
Rubén
Valenzuela Cornejo
Zona
Norte, Santiago
VIII
Encuentro Regional Zona Centro MCC
Vilches,
31 de Octubre 01 y 02 Noviembre 2014
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