lunes, 1 de diciembre de 2014

-"El Señor me cambió la vida"- -----* 84



El Señor me cambió la vida”

De verdad que era un permanente ácido crítico de la iglesia y me gustaba discutir y pelear con un amigo diácono y el cura Pepe. Un día el presbítero me dice que me tiene una “invitación”, algo bueno para mí. Yo estaba “en otra” como dirigente vecinal peleaba para que la parroquia no se extendiera y ampliara sus salas pero perdí ellos me la ganaron, y consiguieron realizar el proyecto de ampliación, pese a mis vanos esfuerzos.
Vuelve el cura a la carga recordándome …..bueno, dime como respondes a la invitación....¿vas a ir....o …¿no te atreves? (ahí me sentí como ofendido, ¿me querrá cazar?)
- desafiante le puse el pecho....”claro que voy (que se cree este cura, que ¿le tengo miedo?).
De verdad era desordenado en mi vida, tenía muchos amigos, una vida disipada, la pasaba regio, no pensaba en algo más trascendente, total de esta vida no hay otra....( o ...¿si?) pero ahora maravillado veo como las cosas se van ordenando de acuerdo al Hacedor.

En la primera noche sentí el primer “charchazo en pleno rostro”-vagamente veía a un cura llamado Desiderio .....Oye esa película.... ¿la contamos? - le hice un millón de cortes- quedó censurada! Escuchaba a Alfonso del Río y seguían los charchazos uno tras otro.
No me digan nada que en el Sacramento del Matrimonio que me creía impeque descubría que lo hacía todo al revés. Me descolocó- era un carajo licencioso y me creía encachado, choro....pero simplemente era un miserable!
Me venía a la mente que en el mes de Octubre cumplíamos con mi mujer 41-increíbles- años de casados- y yo no me acordaba de sacarla “ni para los temblores”, era un bellaco; pero en otro Octubre pero del 92 les cuento que Jesús me cambió la vida y desde allí no me he alejado más en estos 22 años.....miro atrás y....pucha que peleaba con todos.....y me portaba como el reverendo ajo!

Siempre he dicho que el cursillo no es para arreglar matrimonios cojos pero, confieso hidalgamente que el mío....lo arregló para siempre porque de haber seguido como venía antes de este tremendo regalo- con mi modo de vida relajada estaría- no dudarlo- solo, separado y triste.
¡como no dar gracias a este Señor Resucitado! Y a tantos hombres que siendo instrumentos me ayudaron para siempre.

Con afecto y sinceridad, tu hermano


Rubén Valenzuela Cornejo
Zona Norte, Santiago
VIII Encuentro Regional Zona Centro MCC
Vilches, 31 de Octubre 01 y 02 Noviembre 2014


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