lunes, 20 de enero de 2014

-* 57 Recuerdo el "NIDO VACÍO"

Que entienda mi Señor que solo tu nos cuidas, acompañas y bendices en cada momento.
¡ Sólo tu tienes palabras de vida eterna!


















                                            




Las vivencias que hemos ido compartiendo todo este tiempo a través de nuestro blog amigo que ha juntado más de cincuenta historias, nos ayudan una enormidad y nos animan a seguir adelante con mayor entusiasmo y una cierta alegría de haber aprendido de nuestros hermanos colorinos, cada uno con "su color personal" consigue iluminar sin duda, mi vida constantemente.
Recuerdo con mucha claridad aquella famosa época del llamado “nido vacío”, que cuesta enfrentar en el momento que le toca vivirlo, como es “primera vez” que le sucede algo así uno queda con muchas dudas, temores y miedos. Más aún si las cosas, pese a la perseverante oración, no estaban bien cimentada como quisiéramos en nuesta vida de matrimonio y de cristiano comprometido.
Y yo seguía insistiendo en rogar en implorar siempre, ya que en aquellos momentos no quedaba algo más posible de hacer, porque las cosas no las comprendo menos la entiendo como quisiera y veo los efectos preocupantes y alarmantes: mi hijo, de pronto abandona sus estudios universitarios, de la noche a la mañana y tu te llenas de preguntas: ¿que hice yo de malo? ¿en que fallé?o ….¿fallamos?.
Es de verdad una tremenda debacle personal y del matrimonio. Sin duda un duro el golpe, rudo, directo al estómago. Su mamá -mi mujer duramente me increpa ….entonces....¿de que te sirve rezar tanto?- te fijas?- parece que es peor..... (me hace dudar....)
Pides solamente paciencia y no detener tu esperanza, todo en la vida tiene su significado, aunque en este momento yo no pueda entederlo menos explicarlo pero sé que es por algo.
Bueno, el tiempo, poco a poco, conversando.....intentando escudriñar y entender, sabemos que fue una época muy difícil, pero “era arrancar o caer en la droga”- porque eran muchos los jóvenes de buenos hogares pero muy pudientes que buscaban afanosamente “algo más”-mas grande, fuerte, más adrenalítico- ya que tenían todo en dinero y regalías pero... no tenían “familia”- recibian solo cosas en vez de afectos, tiempo, atenciones, abrazos y compartir de tus cosas, miedos y alegrías. Claro buscaban en otras subtancias lo que no podían tener en casa- en el hogar. Pero allí estaba la explicación y me sorprendo que gracias a la vivencia de mi grupo de amistad logré entenderlo, con el apoyo, la oración y la esperanza compartida. Les digo que no fué fácil, tampoco a la primera. Dolió – todavía.... pero fue para mejor, sin duda alguna.
Agradecer siempre y pedir de corazón al amigo que nunca falla: “Señor, que nunca pierda tu amistad, aunque no entienda todo lo que está sucediendo con la vida de mis familiares, de las personas que quiero. Que sepa detectar los malos momentos y entender que no hay mal que por bien no venga. No perder la gracia descubierta en un cursillo de vida y alegría que años ya en que pude descubrir gracias a tu llamado y bondad.
Te amo Señor y sabes que me interesa no perder nunca esta cercanía contigo, que no merezco pero que necesito cada día más. Que nunca me sienta vacío de tu compañía y tu gracia...que así sea.

en la permanente "alegría de colores"

ECAM
Cursillo Nº29- SANTIAGO Julio 1974.- *

No hay comentarios:

Publicar un comentario