miércoles, 1 de enero de 2014

Mi vivencia de cursillo en breve (en dos palabras)

USTEDES LO DIJERON DURANTE 2013,
 interpretan a muchos-as que se sorprendieron gratamente descubriendo la tremenda alegrría de la Palabra.Que pueda Señor en este primer día del año recordarlas y hacerlas vida y que no sea un simple resplandor de un fuego de artificio.....Amén!







Roberto nos contaba: “ soy sincero, no quería ir a vivir esta experiencia, pero estoy realmente fascinado, todo ha resultado en una palabra: apasionante. Lo único que siento terror de perder esta joya maravillosa que es la amistad con el Señor.
Pablo: un evento simpático, me gustó de sobremanera le agregaría un calificativo sencillo: asombroso!
Un grupo rico, participativo y asombroso, realmente me agradó.
Volver a reencantarse, pude ver como en un espejo el cambio paulatino y sostenido, tengo, verdaderamente hermanos, el corazón hinchado de alegría.

Gracias también por los numerosos “Anselmos que nos acompañaron”.
Aprendí que quien trabaja para un hermano, trabaja para el Señor.
He estado como un nómade por mi trabajo, recorriendo de sur a norte y no me imaginé que el Señor me tendría una nueva oportunidad para servirle y descubrirlo. A pesar de haber visto tantas maravillas, me vuelven a emocionar hasta las lágrimas.
Uno vive con algunas aprehenciones y problemas, diría que ha sido un alto distinto y gratificante.
Es la instancia precisa para conocer al Señor. 
 
Lo había experimentado ya pero esta oportunidad me llena de verdadero gozo.
Si se puede, ahora sé que salgo con más amor que nunca tuve. Dios es amor!
Para mi siempre será mi último estreno, Cristo se fue demostrando paso a paso, lo senti, lo viví y una vez más me sorprendí gratamente,es verdaderamente el amigo que nunca falla.
A pesar de mis falencias, problemas y....el Señor siempre nos reconquista.... uno no lo dimensiona, no hay trabajo más hermoso que hacerlo por un hermano, soy realmente feliz, mucho más que cuando llegué, el regalo me ha dejado transformado. 

Rogar al Dios Todopoderoso que persevera en esta riqueza descubierta. Que todo lo que vale cuesta. No es fácil. Hay que trabajar. Es un proceso y hay que darle siempre. Ultreya!

Y para tí: ¿qué significó este encuentro?- ¿Te sientes como el apóstol de los nuevos tiempos?, entonces cuéntalas enviando tu testimonio al blog, que es también una instancia de evangelización y perseverancia.   

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