…” me
vengo a despedir…..”
ésto
dijo cierto señor un día de Septiembre de 1988, allá en un
pueblito hermoso llamado Requínoa.“ Me
vengo a despedir y quiero, necesito pedirles perdón por todo lo
pudiera o pude molestar “-
“ Si les ofendí o fallé, quiero que me perdonen” “uno mete
las patas, se equivoca y a veces no nos damos cuenta siquiera”pero,
qué cosas dice amigo, le dijeron las amistades, y ¿ qué es eso de
despedirse ?
-Es
que me voy a operar a Santiago, por esto es que quiero su perdón.
Pero,
qué tanta preocupación, si ligerito estará de vuelta con nosotros,
por estos lados, ya pues, no sea tan pesimista.
-No
lo sé, creo que es algo serio y por eso les pido esto además de que
recen un poquito por este servidor.
Claro,
nadie le dio mucha importancia a las aprehensiones , una operación
de vesícula es en estos dias, algo cotidiano, corriente, asi que
“Vayan tranquilo, y por supuesto que lo acompañaremos en la
oración”
Y
así fue de casa en casa, recorriendo todas las amistades, las nuevas
y las antiguas. Incluso, con el pastor de la pequeña iglesia
evangélica, “el culto” con quien compartía algunas veces.Lo
curioso de todo esto y que fue lo que a mi me llamó poderosamente la
atención es que a su familia no les dijo nada y partió a la capital
a esta intervención quirúrgica ya programada.Encontraron
problemas, un avanzado cáncer lo complicaba, tanto que le dijeron
que le quedaban 3 meses de vida.
No
podía viajar por lo tanto se hospedó en casa de su hija Gloria; más
de una vez vi llegar a varios de sus amigos a visitarlo, conversaban
a puerta cerrada, al término salían acongojados y llorando, picó
mi curiosidad: que sería lo que conversaba tan secretamente, nunca
lo supimos.
Y
como todo plazo se cumple, los 90 dias de plazo se cumplieron y murió
en la fecha señalada.
La
familia- preparada- demostraba tranquilidad aunque evidentemente una
cierta pena pero con conformidad. Habían vivido la instancia de un
retiro, un cursillo, un encuentro de tres días que llamaban creo,
cursillo de cristiandad hace tiempo atrás y miraban estas pérdidas
con ojos diferentes, cristianos.
Pero
las amistades, lloraban a mares, acusaban pena y tristeza, más que
los hijos, nietos y cónyuge.
Estas
son situaciones extrañas que a uno le toca vivir, hoy, con la
distancia y la reflexión en el tiempo, comienzo a entender muchas
cosas que en el inicio no lograba responder.
Quizás
agregar que “este viajero” que se despedía una tarde de
Septiembre, dejó un testimonio : humildad, simpleza y un tremendo
amor al Señor. Hoy se encuentra por fin en el “ quinto día”
viviendo la vida plena, sin preocupaciones y dolores. Era un tipo
cursillista, igual que su esposa y sus cuatro hijos, gente que ama al
Señor por sobre todas las cosas y que sabe que esta vida es solo un
trampolín, un ensayo de la verdadera.
Éste,
era un dirigente, un dirigente cristiano, con humor, habilidades y
talentos, pero también con fallas, faltas y pecados, quizás por eso
se atrevió en este punto de la vida, acercarse y pedir perdón.
Para
mi, un recuerdo inolvidable y muchas enseñanzas y vivencias y hoy me
siento obligado a compartirlas con mis hermanos de Requinoa y
alrededores, fue mi hermano en Cristo Jesús pero también y desde
tiempo atrás, fue…. Mi padre : ENRIQUE ANGUITA URZUA (Q.E.P.D.)
Hoy
necesito contarles esta vivencia que con el tiempo aprendo a
conocer en su verdadera dimensión, cuando ya ha transcurrido casi 20
años de esta historia, y aún no pierde si vigencia.
En el dia del Padre, una pequeña, simple pero emocionada vivencia.
¡"de colores hermanos"!
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