domingo, 17 de junio de 2012

* Cuando se termina el tiempo y hay que pedir PERDON




…” me vengo a despedir…..”
ésto dijo cierto señor un día de Septiembre de 1988, allá en un pueblito hermoso llamado Requínoa.Me vengo a despedir y quiero, necesito pedirles perdón por todo lo pudiera o pude molestar “- “ Si les ofendí o fallé, quiero que me perdonen” “uno mete las patas, se equivoca y a veces no nos damos cuenta siquiera”pero, qué cosas dice amigo, le dijeron las amistades, y ¿ qué es eso de despedirse ?
-Es que me voy a operar a Santiago, por esto es que quiero su perdón.
Pero, qué tanta preocupación, si ligerito estará de vuelta con nosotros, por estos lados, ya pues, no sea tan pesimista.
-No lo sé, creo que es algo serio y por eso les pido esto además de que recen un poquito por este servidor.
Claro, nadie le dio mucha importancia a las aprehensiones , una operación de vesícula es en estos dias, algo cotidiano, corriente, asi que “Vayan tranquilo, y por supuesto que lo acompañaremos en la oración”
Y así fue de casa en casa, recorriendo todas las amistades, las nuevas y las antiguas. Incluso, con el pastor de la pequeña iglesia evangélica, “el culto” con quien compartía algunas veces.Lo curioso de todo esto y que fue lo que a mi me llamó poderosamente la atención es que a su familia no les dijo nada y partió a la capital a esta intervención quirúrgica ya programada.Encontraron problemas, un avanzado cáncer lo complicaba, tanto que le dijeron que le quedaban 3 meses de vida.
No podía viajar por lo tanto se hospedó en casa de su hija Gloria; más de una vez vi llegar a varios de sus amigos a visitarlo, conversaban a puerta cerrada, al término salían acongojados y llorando, picó mi curiosidad: que sería lo que conversaba tan secretamente, nunca lo supimos.
Y como todo plazo se cumple, los 90 dias de plazo se cumplieron y murió en la fecha señalada.
La familia- preparada- demostraba tranquilidad aunque evidentemente una cierta pena pero con conformidad. Habían vivido la instancia de un retiro, un cursillo, un encuentro de tres días que llamaban creo, cursillo de cristiandad hace tiempo atrás y miraban estas pérdidas con ojos diferentes, cristianos.
Pero las amistades, lloraban a mares, acusaban pena y tristeza, más que los hijos, nietos y cónyuge.
Estas son situaciones extrañas que a uno le toca vivir, hoy, con la distancia y la reflexión en el tiempo, comienzo a entender muchas cosas que en el inicio no lograba  responder.
Quizás agregar que “este viajero” que se despedía una tarde de Septiembre, dejó un testimonio : humildad, simpleza y un tremendo amor al Señor. Hoy se encuentra por fin en el “ quinto día” viviendo la vida plena, sin preocupaciones y dolores. Era un tipo cursillista, igual que su esposa y sus cuatro hijos, gente que ama al Señor por sobre todas las cosas y que sabe que esta vida es solo un trampolín, un ensayo de la verdadera.
Éste, era un dirigente, un dirigente cristiano, con humor, habilidades y talentos, pero también con fallas, faltas y pecados, quizás por eso se atrevió en este punto de la vida, acercarse y pedir perdón.
Para mi, un recuerdo inolvidable y muchas enseñanzas y vivencias y hoy me siento obligado a compartirlas con mis hermanos de Requinoa y alrededores, fue mi hermano en Cristo Jesús pero también y desde tiempo atrás, fue…. Mi padre : ENRIQUE ANGUITA URZUA (Q.E.P.D.)
Hoy necesito contarles esta vivencia que con el tiempo  aprendo a conocer en su verdadera dimensión, cuando ya ha transcurrido casi 20 años de esta historia, y aún no pierde si vigencia.
En el dia del Padre, una pequeña, simple pero emocionada vivencia.
¡"de colores hermanos"!

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