Este mes de Julio tiene algo muy particular para nosotros. Lo recuerdo pues estoy de cumpleaños de mi cursillo. Era un día increíble, debíamos embarcarnos en bus a Santiago y cosa muy curiosa en este mes en particular de pleno invierno: sentí el frío más grande de esos años. Caminando por los largos pasillos de la Casa de Ejercicios María Wood en la Comuna de La Florida, junto a montón de desconocidos, medios helados y asustados, repletos de dudas pero con ganas de creer, de descubrir, ver y tocar a Jesús el Salvador. Es que el cursillo es el encuentro con Él y nos cambiará la vida.
Recuerdo a mi rector: Enrique Zenteno, al asesor, dirigentes, grupo, decuria. Son tantas las actividades y serie de sorpresas que tendré que aprender y entender con el tiempo que me queda por vivir. Para este resto le llamaron "el cuarto día", puede ser largo o breve, por lo que hay que hacer méritos desde el comienzo.
En estos cuarenta y siete años me ha quedado grabado: -"Soy un convencido del rezo del Santo Rosario, el que descubrí en familia hace muchos años y hoy es mi diaria oración; más que un contínuo repetir una y otra vez, es "un estilo de vida", dar gracias a la Madre repetida y confiadas veces. -También de trabajar el crecimiento en mi Grupo de Amistad- con el sugestivo nombre de "Padre Jesús Grañón M. que nos estimula la perserverancia, el trabajo y el crecimiento espiritual.
Cumplimos una nueva época, y nos acercamos a los cincuenta años en breve,vemos con mis hermanos que el movimiento está muy vivo en estos difíciles tiempos de virus, Cuidando la perseverancia, sembrando la semilla, tirando las redes, apoyándonos en los hermanos y con fe y oración sí que es posible seguir "de colores".
Caqui 2021
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