Conversamos y lanzamos las redes. Tenemos esperanzas de que mi amigo pueda vivir su propio cursillo. Una esperanza y paciencia que una vez ya la hicieron conmigo. Con perseverancia, alegría y trabajo. Ahora, en estos tiempos difíciles, que se ha perdido la credibilidad, la mesura, la fe, seguimos llamando, golpeando puertas, invitando siempre. ( es que son ticket para el cielo!) Con mi empeño, mi testimonio: mírenme a mí, estoy convencido y quiero seguir a este Señor de la VIDA, Es el momento de sentir a Dios en tu corazón. Te invitamos a leer: https://quico-anguita.blogspot.com/2016/03/juan-el-ciclon-120.html |
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