miércoles, 8 de marzo de 2017

-MENTALIDAD MCC













¿Qué es la Mentalidad?
Es el conjunto de criterios, convicciones, actitudes vitales y opciones pastorales que, ante las circunstancias que provocan unas necesidades históricas, impulsan el nacimiento de una obra y configuran su identidad.
Es la clave explicativa del MCC.  Responde al por qué somos lo que somos y al por qué hacemos lo que hacemos.  La Mentalidad es, pues, la causa de nuestros orígenes.

¿Cómo es la Mentalidad?
La Mentalidad es creativa y liberadora; y, por eso, engendra criterios y no normas.  Porque el criterio libera, mientras que la norma, si bien encauza, puede restringir o anquilosar; y entonces se pierde la Mentalidad, o se desvía de la finalidad.

¿Cuál es el punto de partida?
Todo lo que es vida tiene historia; y toda historia tiene su por qué.  El MCC es lo que es y no puede ser otra cosa.  Es decir, tratemos de conocer su porqué histórico, su historia entendida como exposición de aquellos criterios, convicciones, actitudes vitales y opciones pastorales, que en su tiempo dieron origen al MCC.
La historia planteó unos problemas; y el intento de solución de esos problemas, unas opciones.  Un grupo de personas compartieron una misma Mentalidad que, convertida en vida, originó un movimiento que, poco a poco, trató de encaminarse (método), de orientarse (finalidad) y de definirse (esencia), dando origen a una respuesta propia y original, para la solución de esos problemas.

¿Cuáles eran esos problemas?
La realidad, tal cual este grupo de iniciadores la vieron en aquel momento, era la de un mundo de espaldas a Dios, a Cristo y a la Iglesia... Tenían la persuasión íntima de que la vida había dejado de ser cristiana, porque la influencia del cristianismo en la vida era prácticamente nula, incluso en sectores llamados católicos.

¿Qué se proponía cómo solución?
Ante un cristianismo que no influía en la vida, pensaron que se imponía:
- Un cristianismo concebido como vida.
- La vivencia de lo fundamental cristiano.
- Una acción intramundana y no sólo eclesial.
- No unos nuevos compromisos, sino una nueva actitud cristiana en lo temporal.
- No un hacer cristiano, sino un ser cristiano, porque cuando se es, se hace.
La solución consistiría en dar una síntesis del cristianismo auténtico, pero no de enseñar más conceptos, sino de presentar las mayores realidades de Dios, que colmaran las aspiraciones de los hombres.

¿Cuál fue la estrategia?
La estrategia fue transformar en cristiano a aquellos hombres que hacían o manejaban las estructuras ya existentes; vertebrar cristianos capaces de vertebrar en cristiano un mundo que ya estaba estructurado.
El MCC optó por:
- Estudio de los ambientes.
- Pastoral de los ambientes.
- Selección de candidatos.
- Conocimiento previo y profundo de las personas.

¿Cuál es la realidad actual?
La historia inicial es un punto de partida.  El MCC es un movimiento que da respuestas eficaces al momento en que se vive.
Hoy, la realidad religiosa de cada hombre está condicionada  y/o posibilitada por un marco socio-cultural, realidad circundante, que influye y orienta a las personas en su manera de pensar y de actuar. Esta realidad influye también sobre la Iglesia misma.
Se trata, pues, de que el MCC lea, con mirada evangélica, el ''cada hoy'' de la historia, realidad que será siempre diferente, y que recuerde que lo que se busca es conocer y evangelizar al hombre concreto de hoy.

¿Cuáles son las características de nuestro hoy?
Nuestro hoy está marcado por una característica definitiva: un cambio general, acelerado y profundo.  En consecuencia, es tiempo
esencialmente transitorio y provisional.  Por tanto, su lectura no se puede convertir en punto de partida definitivo, ni admite generalizaciones indebidas.
Este nuevo milenio nos trae a un hombre y a una sociedad en transición.  Una sociedad científico-técnica, con amplio crecimiento demográfico y de gran movilidad social y geográfica, que origina una profunda transformación y crea una cultura nueva, interdependiente, que es necesario evangelizar.  Este hecho crea retos, es decir, circunstancias ricas en desafíos y en posibilidades nuevas.

¿Cómo está enmarcada la sociedad actual?
La sociedad actual está enmarcada por una ambivalencia dialéctica, donde coexisten el bien y el mal; la opulencia y la miseria; una sociedad globalizada que avanza a grandes pasos, y pedazos de humanidad en verdadero atraso... La persona es exaltada y humillada a la vez; la paz es más anhelada que nunca; y el mundo está marcado por el más alto grado de conflictividad.
Hay un divorcio entre el Evangelio y la cultura de hoy; entre la fe y la historia.  Ese es el mayor drama de nuestro tiempo.  Vivimos una cultura insolidaria, que, además, es una cultura materialista, secularista, agnóstica, economicista y hedonista, la cultura del tener, del placer y del poder, que legitima y mantiene las estructuras de pecado.

¿Cuál es el reto que tiene el MCC?
Ante una realidad tan compleja y dinámica,  el MCC tiene como exigencia y urgencia fundamental, el discernimiento de los signos de los tiempos, a la luz del Evangelio, para descifrar en ellos las expresiones, teorías y prácticas incluidas en esas aspiraciones de los hombres.
Se impone la tarea de evangelizar la cultura y las culturas del hombre, no a manera de barniz, sino en profundidad, en los puntos focales donde se encuentra el mundo y la fe, y donde se rompe o se reconstruye su comunión.  A esto llamamos Pastoral Ambiental

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