Mostraba una tremenda ansiedad al momento de decidir mi participación en algo desconocido pero entiendo ahora que era justo el momento de vivir esta experiencia rica y tan novedosa. Mucho que conocer y aprender muy feliz y con una tremenda gratitud por descubrir esta maravilla. No me queda más que agregar ¡Gracias a todos!
El Cursillo me cambió. Descubrí al Cristo vivo que no sabía que existía, lo encontré en tres días. Me sorprendió. Ahora quiero seguir, trabajar, aportar. Esto que es tan grande no es solo para mí.
Ahora, después de todo lo vivido tan sólo sé decir que “el me mira, yo lo miro. Él sabe que lo miro, ahora sólo eso me basta. Ernesto
Tuve muchos tropiezos….porque llegué por acá? No podía entenderlo en mi historia pero llegué sola, ahora regreso acompañada. Porque ahora me voy de verdad fascinada, grande y plena, llena de colores
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