Mi cursillo lo viví en Santiago en la Comuna de La Florida, algo así como treinta y tres años ya; recuerdo que me acompañaba mi buen amigo Juanito Muñoz –que en paz descanse- y de Rancagua eramos tres, el otro Raúl Moreno esposo de Carmencita Villagrán, y que teníamos como padrino a Edmundo Alvarez Becerra que trabajaba en Serviú.
La verdad es que fue una hermosa experiencia con mucha gente que mostraba la característica de la heterogeneidad a plenitud. Recuerdo a “un artista famoso” que decía que era pintor, con gracia aclaraba “pero pintor de brocha gorda no más”. Allí conocí entre varios al conocido Doctor Artaza, que vivía también esta novedosa experiencia de evangelización.
De Rancagua hago memoria de varios rostros, buenos dirigentes que me ayudaron y formaron; muy gratos recuerdos de Fernando Leiva, una tremenda y excepcional persona. También a Sergio Torres Maldonado, con quien iniciamos los primeros pasos de este cuarto día. Había mucho que aprender y crecer.
Recuerdo muy especialmente en esos años el boletín informativo del Mcc- en que me tocó trabajar y colocar el aporte del granito de arena, se llamaba “El Corredor” y tenía la imagen de los arcos de las típicas casas de ejercicios donde vivimos el cursillo de cristiandad, en este corredor queríamos en unas simples hojas mimeografiadas, informar a los hermanos colorinos de la región. Ricos momentos, ni soñar con la forma actual rápida, limpia y multitudinaria que puede llegar a tanta gente de cualquier lugar del mundo.
Por trabajo, zona y localidad me alejé por un tiempo. La situación que viví con la muerte de nuestro padre fue el momento del regreso. Artífice fue el Asesor quien me invitó una y otra vez, gracias a su insistencia, recobré la senda de la amistad permanente y el trabajo confiado en equipo y unidad.
Del trípode destaco el estudio que me ha despertado en descubrir lo poco que sabía y de la necesidad de la formación permanente.
Gracias a mis hermanos puedo decir que puedo perseverar gracias a su oración permanente, al grupo Lucas 24 y los hermanos dirigentes de mi ciudad de Rancagua. Más que “un sitio”, tenemos una “familia”.
“de colores”
Miguel García Villarroel
-https://quico-anguita.blogspo
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en este mes del cumpleaños del Mcc Diócesis es un agrado recordar a los hermanos que nos ayudaron, acompañaron y trabajaron. Miguel fué entregado y paciente. Recordamos su figura como dirigente, padre y hermano. Elevamos nuestra oracion confiando y agradeciendo por este hermano y muchos más que viven su QUINTO DIA..
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