-MCC en Chile-----34-" La señora María"


"NUESTRO MOVIMIENTO PRECISA DE PERSONAS QUE SEPAN CREER, PUES YA TENEMOS A MUCHAS QUE CREEN SABER".
Eduardo Bonnín

 
Para mi fué conocer una nueva vida. Me cambió todo en muchos grados como del cielo a la tierra. Fue de verdad llegar a una nueva familia grande, rica, diferente, generosa.
No imaginé que me haría tan bien: compartir con otras personas, aprender, descubrir los talentos recibidos y ponerlos en práctica ya que de ellos se nos exigirá después.Si bien todos no servimos para todo pero todos servimos para algo y así fué: acercarme con cariño a los nietos, entenderlos y comprenderlos. Nunca había tenido conmigo la lectura diaria,que es el verdadero alimento- ahora cada vez que es posible la hago con mi familia,esta riqueza no debe quedar para mi solita. Ahora , aproveché de hacer mi viaje a Traiguén,visitar a mi hermano enfermo fue descubrir algo novedoso: podíamos compartir la palabra del día juntos. Mi hermano-tan necesitado- le gustó. Como que la esperaba- y uno se guarda todo esto en su corazón, siendo mejor nuestra comunicación. Antes acostumbrados a buscar solo lo material era un divagar y perder tiempo precioso de sentirnos queridos.
Ufano y contento se entusiasmó y se dió el trabajo de anotar el texto: “lo buscaré ya que me alumbró, será tambien una forma de recordarte hermana querida”.
Me dejó los ojos brillantes y me sentí muy feliz. La vida sigue y no se detiene. A veces uno piensa que no será posible salir de la tremenda depresión de nuestra vida pero es un momento clave que te hace rebajar y caer la tremenda mochila que nos impide movernos. Al cambiar yo también lo intento con mi entorno ya que vivíamos normalmente separados- casi sin visitarnos, sin compartir, debo acercarme más, así lo comprendí y entendí que ahora sí amaba a la familia como nunca quizás.
Vivir un cursillo es un regalo de Dios. Basta un empujoncito- de alguien amoroso que te invita, para descubrirlo amarlo y seguirlo,y a menudo no nos damos cuenta de la importancia del regalo.
Ahora hay que seguir buscando, colaborando.de manera de hacer una familia más grande. Pido a Dios que me ayude en mi precursillo con la gente que sé que lo busca. Que sea capaz de contagiarlo, que sea mejor para entenderlo, para enseñarlo y para mostrarlo.
Ahora me enternece mi vecina, se llama Yesenia y tiene 23 años no sabe leer pero está deseosa de aprender, apenas en su silla de ruedas conversa y se le entiende poco pero uno adivina lo que dice, me llega a sorprender como hace recorrer sus enfermitos dedos en el teclado queriendo comunicar y aprender. La inscribí en un taller para que saliera aprendiera y cambiara de aire- la mamá no le gustó- lo único que dijo que le cuesta, que es difícil, que no salga y que no puede. Envalentonada con la alegría del Señor le dije.....¡yo me hago cargo!
Y se produce el cambio: aprendió a bordar en lana -bueno, apenas..pero me sorprende cada paso que se atreve a dar; era tan fácil dejarla encerrada y este pajarito con sus ganas me llenó la vida ha sido un verdadero privilegio tenerla y ayudarla. 
 
Este cambio de mundo fue posible gracias a que viví este cursillo.
El amor es muy bello. Ahora estoy entusiasmada para que pueda recibir a Jesús en la Eucaristía, la madre se complica más....y yo rezo y le pido al Buen Pastor. Por favor, les pido igualmente a mis hermanos, acuérdese de este angelito que pueda alcanzar esta felicidad :Jesús con nosotros.

De alegres finos y firmes colores
María Figueroa.

Comentarios

  1. Muy buena historia señora María, como siempre la llamamos. La vuelvo a leer y me soprendo como ha pasado el tiempo. Da gusto saber que lo sigue intentando llevar siempre la Buena Noticia a los demás. La hermosa amistad con Yesenia es proverbial . Sigue el cariño, las conversaciones "especiales" de alguien que sufre, siente y se alegra. Gracias por el testimonio. Hay que seguir María! 20.01.2021

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