Para iniciar la repesca!


Son 5 chiquillos los llamados, tan sólo cinco los elegidos, en todos ellos queremos testimoniar una nueva forma de iniciar la repesca, iniciar el “reencantamiento” de aquellos hermanos que habiendo vivido la genial experiencia de un cursillo de cristiandad hoy nos pueden colaborar “en vivo y en directo” en esta tarea de puro amor.
            En ellos sin duda ciframos nuestras esperanzas-podrían decir los demas pero “son pocos” pero agregamos-de los buenos, quieren participar y nosotros los del Secretariado Diocesano los necesitamos.es que nos estamos haciendo cada dia menos: a la Escuela semanal asisten 14- nueve son del Secretariado y el resto la diferencia; siempre es así -decimos que “son los mismos de siempre” porque en verano o invierno están allí con la simple alegría de trabajar por el Señor y aprender un poco más siempre, pero los demás se perdieron?-¿ Dónde están la cantidad que vemos a veces? Hay algunos enfermos, otros dedicados a los nietos, varios en las comunidades trabajando en forma anónima porque de eso se trata; sin insignias, pero quedan algunos no se ven, no se sienten. ÉSOS SON LOS QUE NECESITAMOS porque el trabajo que se avecina es grande y no podemos quedarnos tranquilos.
Para partir le hemos pedido partir con un invitado de compañía para las escuelas del MCC, hay mucho para aprender, compartir-que comiencen a prepararse e impregnarse del entusiasmo y las ganas de hacer algo por el Señor, para crecer. Lo demás, sabemos se dará por añadidura: los proximos cursillos de Rancagua de Noviembre- hay que trabajar al doble desde ahora ya que los invitados serán por dos actividades.
Solo agregarles:”Bienvenidos hermanos de colores”- por algo estuvistes el Miercoles buscando algo- todo tenía una razón de ser.

María Elena, Sonita, Arturo, Jorge y Sergio, quienes solícitos audieron a la escuela a pensar y rezar. Con palanca colectiva, rogando por todos los que estan en estos dias viviendo la maravilla de su retiro aquí en el país y en tantos otros lugares.
Los necesitamos, queremos que nos apoyen acercándose a los hermanos de su zona, a los que quieren pero no saben donde, de verdad amigos,
la tarea es sencilla-colocar las redes allí donde ni te imaginas- donde no hay nada, a pesar de trabajar la noche entera intentando la pesca, pero si tú lo dices Señor con todas las ganas y entusiasmo lo voy a hacer.
LOS ESPERAMOS A LOS DIEZ.

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