Por fin vamos navegando (muy emocionados) por la peregrinación a Tierra Santa y descubrimos este lugar: "el mar de Galilea". Mis hermanos y yo por supuesto aun no lo podemos creer ya que es el escenario ideal donde se logra "sentir verdaderamente a Jesús". Miramos el entorno de lago, no hay grandes construcciones preservando una mirada de historia; es como una gran santuario donde aún se perccibe el aura de quien hace mas de dos mil años lo llenara de esperanza, de ilusión y de amor. Voy mirando al borde de la embarcación pareciera todo históricamente intacto, como diciendo que se encuentra igual a los tiempos del Señor y miro las aguas, las toco, veo que reflejan la luz del sol y vuelvo a mirar pero.....¡sí aquí caminó Jesús un dia!, aumenta mi emoción. Sigo con mi cámara de video registrando este increíble momento, vuelvo el objetivo captando a mis hermanos que escuchan el pasaje evangélico del momento y los veo derramar lágrimas es un momento tan especial e íntimo que me sigue emocionando aún años después. Es que el momento es precioso, maravilloso y tuve la oportunidad de guardarla en mi cámara, también en la mente y corazón.
¡Es aquí mismo que el Señor calmó el viento y la tempestad cuando atemorizados los apóstoles clamaban salvación mientras él dormía!, pero pobre de mí, sigo mirando el paisaje;
¡aquí se hundió el apóstol San Pedro, sí, es aquí que durante el largo dia de trabajo no pescaron ¡nada!, en toda una noche desvelada y después siguiendo su invitación llegaron a ¡reventar las redes!,
si de aquí salió el pez que llevaba la moneda para cancelar los impuestos, ES SIMPLEMENTE INCREÍBLE
¡cómo no dar gracias a Dios de nuevo por su regalo, por esta oportunidad de participar en este viaje por este sagrado lugar que huele, adivina, instuye toda la historia que aprendimos de las Sagradas Escrituras. ¡Gracias Señor! somos verdaderamente afortunados de estar aqúi. No lo creímos posible pero...aquí estamos! gracias a Tí!.
la historia, el recuerdo, hasta la fe está aquí, en este viaje a Tierra Santa. Permite Señor que siempre la tenga presente en mi vida completa, me ayude, empuje e ilumine en cada momento. Tengo que dejar el recuerdo de estos queridos hermanos del grupo que participamos en cada momento en las diarias eucaristías a veces muy tempranos, otras a mediodía y también muy tarde, además de viajes, monumentos, sorpresas, recuerdos. Cada día en cada hotel en la habitación de un integrante gustosos hicimos la "reunión de grupo" con mayor dedicación, cariños y agradecimientos (esto no lo podremos repetir nunca más) en cada lugar aprovechamos de rezar por la familia, nuestra gente, los encargos; allá muy lejos y nuestro viaje emotivo tras la ruta de Jesús. Tengo que dejar este testimonio de ahora. Es un momento clave después de tantos años que mis hermanos partieron a su definitivo y verdadero "cuarto día" dejando a sus compañeras de ruta y de vida: Roberto Storey, Julio Puga, y Douglas Castro.
Y recordar con mucho cariño en esta hermosa e inolvidable empresa para testimoniar nuestro afecto a Julia Meza, Carmen Parraguez, Luisa Yañez, y a nuestra hermanita Silvia Benitez; aquellas reuniones de grupo permanente en la ruta de Israel y todo lo demás fué de verdad algo inolvidable e inolvidable.
Hermoso, espiritual y sentido relato convertido en oración. Gracias queridos CAQUI. ALPE
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