En el movimiento uno conoce un montón de gente interesante. Descubre que cada uno tiene algo especial, los llamados "talentos" y en cada uno se sorprende al descubrir al Señor en cada uno de ellos, como este caso llamado: Waldo- mi “médico tratante”
El dia que conocí a este hermano fue diferente. Viviendo
un cursillo donde participaba con mi hijo y un amigo cercano. Muy serio y compuesto.
Trabaja en la farmacia junto a esposa e hijo. Y siempre muy diligente-nos revisa por el
iris del ojo para descubrir nuestras fallas y dolencias, ayudarnos a corregir los problemitas para aconsejarnos lo mejor y conseguir la mejoría. Siempre ¡atento hermano!
Mas de una vez he agradecido al Señor por la buena
disposición, amabilidad, alegría y cercanía de mi amigo Waldo. Un hombre que
tiene una hermosa familia junto a María Luisa y cinco varones que ya lo han
convertido en un alegre y entusiasmado abuelo de casi puras niñas!
Su historia personal me conmovió, cuando recién casado se fue a trabajar a San Vicente y llevaba a su esposa en bicicleta. En la "dulce espera" del primer fruto- malogrado- una hija, que sería la única de la familia.
Cursillos me lo presentó, lo conocimos y formamos un buen equipo de trabajo, esperanzas y alegrías- Ahora trabaja en nuestra Vocalía de Comunicaciones y siempre está dispuesto a captar un momento de la historia fotografiando el evento del Mcc donde esté para guardar el momento.
Aquí una fotografía de palanqueos por un cursillo- en la Comunidad Schoenstatt de Rancagua .
Enormemente agradecido hermano, te saluda
ENRIQUE
Su historia personal me conmovió, cuando recién casado se fue a trabajar a San Vicente y llevaba a su esposa en bicicleta. En la "dulce espera" del primer fruto- malogrado- una hija, que sería la única de la familia.
Cursillos me lo presentó, lo conocimos y formamos un buen equipo de trabajo, esperanzas y alegrías- Ahora trabaja en nuestra Vocalía de Comunicaciones y siempre está dispuesto a captar un momento de la historia fotografiando el evento del Mcc donde esté para guardar el momento.
Aquí una fotografía de palanqueos por un cursillo- en la Comunidad Schoenstatt de Rancagua .
Enormemente agradecido hermano, te saluda
ENRIQUE
A los ojos de Dios la vida humana es valiosa, sacra e inviolable. Nadie puede despreciar la vida de otros o la propia (Tweet del Papa, 22 nov. 2018)
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