JUAN EDUARDO MUÑOZ BOURGEOIS (q-e-p-d-)
Siempre buscaba espacios de escape, como que su vida quería tenerla en fuga, buscando mejores horizontes, tratando de correr fuerte para que el flagelo de esta enfermedad no lo alcanzara , quiso escapar de ella y como un niño chico - siempre hizo jugarretas y cosas porque no quería experimentar, no quería sentir y así vivió este último tiempo, estos últimos años. Sé que la Estrellita, la querida Estrellita vivió todo este tiempo como un calvario, el calvario no solo significa sufrir, significa amor sobre todas las cosas, significa servicio, pero siempre estuvo cerca de su amado esposo, nunca se disintió de él, es más, él no le dejaba espacios, pero aún así este hombre con su experiencia de vida buscaba siempre horizontes de vida, apeló al milagro, apeló a Dios exigiendo que le pudiera dar aquello que la vida no le podía dar este último tiempo, en esta última enfermedad creo que Juan empezó a encontrar la paz, empezó a encontrarse con Dios y comenzó a descubrir cuál era el verdadero horizonte de su vida, donde no existe la enfermedad, el dolor y apareció lo que el tanto buscó. Un día 13 de Setiembre y creo que en ese momento Juan encontró a su Dios, encontró la vida, encontró su espacio y las redes de su jaula se rompieron para siempre, por lo tanto Juan Muñoz hoy está libre y está más vivo que nunca, está recorriendo esos espacios que su experiencia humana le negó, esos espacios que el buscó en su existencia, esos que como un niño mimado, no eran entendidos, quien iba a comprender la vida de un hombre maduro que se comportaba como un niño, solo Dios y Dios le entregó el cáliz, sin antes sufrir su propio calvario, su propia experiencia de cruz, cuáles eran sus principales preocupaciones : su mujer, siempre su mujer , sus hijos, el era todo para sus dos hijos, un hombre tan profundamente dado a la justicia, a la cosa social , eso fue parte de su esencia, fue parte de su vida pero lo más importante para Juan fue a veces sonaba el celular muy de madrugada Juan Muñoz, Juan que quería confesarse, Juan Muñoz -que quería entregar su vida a Dios y yo apenas le escuchaba- sabíamos nosotros los que lo conocemos, que a veces no se le entendía nada, más aún, cuando estaba un poco desesperado, pero necesitaba el consuelo, necesitaba la cercanía de Dios- ése hombre que todos ustedes conocen - ése hombre, hoy día ya físicamente no lo tendrán más, pero si lo tendrán en el amor, lo tendrán en la amistad y quienes los recordaron y lo recordarán sabrán decir alguna palabra alguna frase del amigo, alguna frase…Algo del padre, algo del esposo algo del amigo. Creo que en esta misa esencialmente debemos rezar por la Estrellita, porque hay un espacio en su vida que nunca más lo va a llenar, por eso necesita de sus amigos, de sus amigas de Cáritas- Chile, que sienta ella- de quienes la queremos por ella- ahora va a tener que llenar un vacío, que existencialmente, nunca se va a llenar, siempre va a estar vacío hasta que se encuentre con su amado esposo, en la vida eterna, a la hora de la partida, da gracias a Dios por haberle conocido, por haber compartido con él, por haber bromeado, por haber compartido la vida, por sentir que la amistad es posible, por sentir que Dios en la existencia se hace esencial en lo más primordial, creo que eso fue el norte de Juan : Dios, su familia, su trabajo y las cosas que él buscaba en la sociedad, una sociedad justa en una sociedad igual para todos, eso fue lo que con su vida mostró y con su vida quiso sembrar en los corazones de los suyos, en el corazón de sus hijos, la Beatriz sacó lo aguerrido de su padre tal vez Juan tendrá que plasmar lo que él decía ese día; que la vara le quedó muy alta pero hay algo que nosotros nunca vamos a traspasar, la vara que nos dejan nuestros padres porque es una vara que no queremos sobrepasar sino que siempre los tendremos en nuestros horizontes porque nuestros padres siempre serán mejores que nosotros, los padres siempre serán mejores que los hijos, en este día, en este día que celebramos a la Madre de Los Dolores , esa madre que entregaba a su hijo a los pies de la cruz , rezamos por los suyos , que la Madre de Todos: la Virgen María la vida de los cercanos, la vida de su esposa la vida de sus hijos, gracias Dios, gracias por Juan Eduardo, gracias por la vida gracias por el amor, gracias por la amistad , algún día, algún día Dios juntará la trascendencia con lo inmanente , algún día lo eterno será parte de nuestra esencia ya nosotros como marca a su amigo Jesús iremos seguros ya que seguro- sabemos que algún día resucitará , y en ese especial día ya no habrá sobresaltos.
Lo importante y lo grande que todos estaremos juntos la vida que Dios regala es la vida que ahora goza Juan es la vida que algún día todos tendremos recemos y esperemos - para que ese día llegue en el momento preciso - Dios, nos de la gracia de abrazarnos por el amor, principalmente de abrazarnos siempre con Dios.
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jueves, 13 de septiembre de 2018
-* Recordando a JUAN MUÑOZ BOURGEOIS (Q.E.P.D. 13.09.2008)
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