Sigue trabajando tu "Cartera de Ahijados" para que cuando llegue la ocasión estés bien preparado. La oración no debe decaer y hay que tenerles en cuenta siempre. De vez en cuando hay que visitarlos, hacerles un cariñito (si estamos empeñados en que lleguen a conocer al Señor de las maravillas y puedan salvarse en racimos ya que Cristo y yo...mayoría aplastante) darles "un toquecito". Llamarlos- |
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