ENAMORADOS DE VALPARAÍSO
Siempre
me decía cariñosamente “Rivita” es que nos conocíamos desde siempre, sí de allá
del Cerro Alegre cerca del Hospital Alemán. Roberto era especial: educado, caballero y nos
mirábamos desde el Liceo Pedro Montt. Después se fue a estudiar Diseño
Industrial en la U de Chile. Vendrían tiempos difíciles y no pudo trabajar en
lo que se preparó.
Bueno,
recuerdo que participamos de la Fiesta del Año Nuevo- en el mar es especial-
inolvidable. Y de verdad fue lo que cuentan “un amor a primera vista”.
Paseábamos, caminábamos mucho seguimos cultivando la amistad hasta que nos
casamos- a los 32 años- después de tanto conocernos y amarnos. Siguió la vida y
Roberto encontró trabajo en Santiago y la familia en Rancagua, puro viajar era
lo que había en ese momento pero, lastimosamente perdimos la vida familiar así un día decidió
ir al Liceo donde yo trabajaba el María
Luisa Bombal donde yo reemplazaba, pero
quedó de inmediato contratado. Roberto
era daltónico cosa que no se sabe corrientemente recuerdo que debía preparar la
confección de una bandera y le quedó hermosísima pero con los colores
distorsionados allí entendimos este trastorno pero se las ingeniaba de una u
otra forma. Como hizo buenas migas con los jóvenes en su labor ellos le
ayudaban rebajando los lápices para que al tomarlos se pudieran diferenciar así
sabía que era café o verde y así sucesivamente.
Sonia
que compartía el trabajo en la educación nos invitó a vivir un cursillo, claro
junto a Sergio su esposo- y aquí me recuerdo que Roberto siempre demostró la importancia
de la seriedad y el laborar correcto que pensaron que Sonia era su esposa- como
lo veían siempre tan juntos por su labor. Bueno a mí no me ubicaban y sucede
que un día lo paso a buscar y me besa de despedida. Un joven lo encara y le
indica que quedó profundamente sorprendido y que se le cae del pedestal de la
corrección como andar besando mujeres ajenas “si yo lo tenía en un altar profe”
fue muy grande mi decepción. No aceptaba explicación el joven y para demostrar
trajo la libreta de familia ante el estupor del joven: discúlpeme.
Una
sola palabra que agregar nuestra vida cambió y logró un mejor sentido; participamos junto en nuestro
grupo de amistad: perseverar y crecer todo en uno, y también en las diversas actividades que nos regala este rico movimiento.
Agradezco
al Señor Todopoderoso por descubrir una vida plena de colores, por los 38 años
de nuestro matrimonio con Roberto- quien me espera en su quinto día, a los 3 hijos Sandra, Paula, Sebastián y dos
nietos de 5 y dos añitos.
"de colores"
Sonitam
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