sábado, 2 de diciembre de 2017

*-Enamorados de Valparaíso






 ENAMORADOS DE VALPARAÍSO
Siempre me decía cariñosamente “Rivita” es que nos conocíamos desde siempre, sí de allá del Cerro Alegre cerca del Hospital Alemán. Roberto era especial: educado, caballero y nos mirábamos desde el Liceo Pedro Montt. Después se fue a estudiar Diseño Industrial en la U de Chile. Vendrían tiempos difíciles y no pudo trabajar en lo que se preparó.
Bueno, recuerdo que participamos de la Fiesta del Año Nuevo- en el mar es especial- inolvidable. Y de verdad fue lo que cuentan “un amor a primera vista”. Paseábamos, caminábamos mucho seguimos cultivando la amistad hasta que nos casamos- a los 32 años- después de tanto conocernos y amarnos. Siguió la vida y Roberto encontró trabajo en Santiago y la familia en Rancagua, puro viajar era lo que había en ese momento pero, lastimosamente  perdimos la vida familiar así un día decidió ir al Liceo donde yo trabajaba  el María Luisa Bombal donde yo  reemplazaba, pero quedó de inmediato contratado.   Roberto era daltónico cosa que no se sabe corrientemente recuerdo que debía preparar la confección de una bandera y le quedó hermosísima pero con los colores distorsionados allí entendimos este trastorno pero se las ingeniaba de una u otra forma. Como hizo buenas migas con los jóvenes en su labor ellos le ayudaban rebajando los lápices para que al tomarlos se pudieran diferenciar así sabía que era café o verde y así sucesivamente.
Sonia que compartía el trabajo en la educación nos invitó a vivir un cursillo, claro junto a Sergio su esposo- y aquí me recuerdo que Roberto siempre demostró la importancia de la seriedad y el laborar correcto que pensaron que Sonia era su esposa- como lo veían siempre tan juntos por su labor. Bueno a mí no me ubicaban y sucede que un día lo paso a buscar y me besa de despedida. Un joven lo encara y le indica que quedó profundamente sorprendido y que se le cae del pedestal de la corrección como andar besando mujeres ajenas “si yo lo tenía en un altar profe” fue muy grande mi decepción. No aceptaba explicación el joven y para demostrar trajo la libreta de familia ante el estupor del joven: discúlpeme.
Una sola palabra que agregar nuestra vida cambió y logró  un mejor sentido; participamos junto en nuestro grupo de amistad: perseverar y crecer todo en uno, y también en las diversas actividades que nos regala este rico movimiento.
Agradezco al Señor Todopoderoso por descubrir una vida plena de colores, por los 38 años de nuestro matrimonio con Roberto-  quien me espera en su quinto día, a los 3 hijos Sandra, Paula, Sebastián y dos nietos de 5 y dos añitos.
 "de colores"

Sonitam


No hay comentarios:

Publicar un comentario