“No es necesario ir a Ciruelos”
tampoco importa ir a Pichilemu en forma física, en
cuerpo, ya que podemos estar más unidos que las avemarías de un rosario, màs
unidos que el mar y el horizonte, que el pez y el agua. Es verdad, desde tu habitación
a puerta cerrada o en el grupo de tu comunidad, puedes intentarlo de ahora y
siempre. Desde el silencio o el ruido del mundo. Apoyando con tu oración, palancas y
sacrificios a estos dos cursillos de nuestra diócesis. Así, a no dudarlo, todos
nuestros hermanos tendrán esa tremenda lluvia de gracia, de renovación y
conversión con su experiencia de amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Hombres y mujeres especiales, distintos, elegidos; con ansias de cielo,
despegando los pies entre el barro del mundo pero mirando arriba, hacia un
mundo mejor, perfecto, soñado y posible. Gracias al Señor con su tremenda
bondad hoy podemos trabajar para este primer cursillo de la costa. La
invitación para hacerla tuya y nuestra. Ahora es posible.contamos contigo
De colores!
Coordinadores Mcc Diócesis de la Santa Cruz,
Rancagua 2016
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