Es que ahora parezco ¿“vendedor de ilusiones”?
Hoy me levanté diferente. A este nuevo dia le llaman “el
inicio del cuarto dia” y durará lo que
el Señor quiera. Sentía de verdad que tenía una alegría desbordante, aunque se
notaba un día oscuro en mi ventana pero la fe estaba intacta.
Internamente brillaba la luz de
la alegría y la esperanza desbordante. Recogí mi identificación con mi nombre,
allì estaban adheridos los mensajes que
me regalaron los hermanos en estos tres días. Sabiendo que son mensajes del
cielo que llegaron anónimamente a mi mesa del compartir las fuì coleccionando,
cada una era un acierto en mi conversión progresiva, paso a paso. Son líneas
que me trajeron sorpresas, alegrías y mucha fe. Entonces me las llevé a mis
tareas en la comunidad con un propósito muy simple: le regalaría una a quien se
me cruzara en mi camino y como nadie espera temprano un regalo, era deleitarse
¡que cara colocaban al leer el mensaje! que siendo elegida comunicaba algo
esperado y soprendente como a mì me
ocurríó.
Me sentí pleno, enriquecido, un enviado para transmitir algo de lo mucho
recibido en tres días, tan cortos pero con tanto significado.
Tengo que seguir agradeciendo tanta maravilla, riqueza y
regalos y entiendo que debo procurar repartirlo con mis próximos ahora y
siempre.
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