Despedida de Paulina.
Hace muchos años comenzamos a compartir con la familia de Osvaldo y María. La amistad previa partió por allá por Sewell y vino a florecer una vez formadas nuestras propias familias. Por medio de nuestra Reunión de grupo o amistad que tenía el nombre de "Juan Pablo II. Mensajero de la vida y de la paz", nos ayudó a conocernos, querernos y nos unió como cristianos, creyentes y hermanos. La reunión de la hoja de servicio del trípode propició una verdadera y sólida amistad tanto así que las hijas Paty y las mellizas participaban en los preparativos de mensajes y frases bíblicas lo que motivó mas de alguna vez alguien anunciar: "están vacunando a estas niñitas para cuando vivan su propio cursillo". Llegó el momento de su experiencia y nos les pasó ni por la mente el sentido, momento, técnica del trabajo que hicieron más de una vez. Estaba en las mesas, pizarrón y paredes. Eran muestras de cariño y alegría para todos los nuevos cursillistas. Era puro amor para todos.
"Para vivir de colores hay que tener corazón...." y el "de colores se visten los campos...." llenó la vida de la familia.
Pasaron los años, lejos de la patria creció la familia. Y nuestra hermana tuvo problemas de salud. Volvió a casa. Muchos encargos para pedir por su difícil situación, la oración y confianza puesta siempre en el Señor de la Misericordia. La lucha fue ardua. Cayó vencida un dia domingo 25 Octubre. La despidieron sus dos hermosos hijos, nunca podremos olvidar la tristeza de sus palabras de amor y ternura que nos embargó a todos, sentidas lágrimas y pesar, a su abuelita y las dos hermanas. Algunos de cursillos alcanzaron asistir; es complicado pues siguen los cuidados de esta larga pandemia. Nos emocionamos acompañando la partida de una madre y hermanita. El lunes en el Parque de El Sendero las palabras del Padre Miguel Angel, de la Parroquia de El Carmen, el diácono Genaro oficiaron la despedida. Samuel representó al padrino y amigo, Enrique al grupo, conmovidos y emocionados. No es el final, de verdad es el comienzo... un camino hacia la santidad, difícil pero posible.
La consabida oración "Madre mía no te alejes, tu vista de mi no apartes...." nos sobresaltó de sobremanera. Paulina, madre, guerrera, luchadora, emprendedora, alegre y locuaz, descansa en la paz del Señor, todos los que te queremos oramos por ello, rogamos al Buen Padre por tu familia, por su gran pena que nunca te olvidarán, descansa en paz, que Así sea. Amén.
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