sábado, 21 de marzo de 2020

-Un testimonio de hoy



[0:17 p. m., 20/3/2020] Joaquín Murillo: DE ATEO A HUMILDE CREYENTE:
El testimonio que nos sacude el alma.
Medico en Lombardía: "Ni en las pesadillas más oscuras imagine que podría ver y vivir lo que está pasando aquí en nuestro hospital desde hace tres semanas. La pesadilla está fluyendo, el río se está haciendo más y más grande. Al principio vinieron algunos, luego decenas y luego cientos y ahora ya no somos médicos, sino que nos hemos convertido en clasificadores en la cinta y decidimos quién vive y quién debe ser enviado a casa a morir, aunque todas estas personas han pagado impuestos italianos toda su vida;
Hasta hace dos semanas, yo y mis colegas éramos ateos; era normal porque somos médicos y aprendimos ciencia,donde se enseña  excluir la presencia de Dios; Siempre me reí de mis padres yendo a la iglesia.
Hace nueve días un sacerdot-hombre-pastor de 75 años vino a nosotros; Hombre gentil, tenía problemas respiratorios importantes, pero tenía una Biblia con él y nos impresionó que les leyera a los moribundos que acababan cogiéndole de la mano; Al estar todos los médicos cansados, desanimados, psicológicamente y físicamente terminados, cuando teníamos tiempo íbamos a escucharlo ; Ahora tenemos que admitir: nosotros como humanos hemos alcanzado nuestros límites; más no podemos hacer, y cada dia mueren más personas ; Y estamos agotados, ya tenemos dos colegas que han muerto y otros están parados; Nos dimos cuenta de que donde termina lo que el hombre puede hacer, necesitamos a Dios y nos comenzamos a preguntar cuándo teníamos algunos minutos libres; Hablamos entre nosotros y no podemos creer que de los ateos feroces hemos venido diariamente para encontrar nuestra paz, pidiéndole al Señor que nos ayude a resistir para que podamos cuidar a los enfermos.
Ayer murió el servidor de todos, el que nos leia y reconfortaba connla palabra de ese libro que cargaba, tenia  75 años; que hasta hoy a pesar de que tuvimos más de 120 muertos en 3 semanas aquí, todos habíamos acabado destruidos porque el viejo sacerdote logró durante su estancia aqui traernos una paz que ya no esperamos encontrar. El sacerdote se fue con el Señor y pronto lo seguiremos . No he estado en casa desde hace 6 días, no sé cuándo comí por última vez, y me doy cuenta de mi inutilidad en esta tierra y quiero dedicar mi último aliento en ayudar a los demás Estoy feliz de haber conocido a Dios mientras estoy rodeado por el sufrimiento y la muerte de mis semejantes ".

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