El
quince de este mes se inicia el cursillo de hombres y a la semana
siguiente el de las mujeres, es tiempo de gracia sin duda y la
oportunidad para recordar a la madre. Tiempos que como una inyección
divina nos hace sentirnos entusiastas, preocupados y vigilantes, como
añorando la oportunidad en que vivimos nuestro propio retiro.
El
momento para recordar la palanca viajera que estimulaba nuestra
oración persistente, la palanca confiada, la vitamina “r” de
cada día, que nos hace ser incluso creativos, cariñosos.
En
este dia te recuerdo madre que estás en los cielos y te vuelvo a ver
con tu simpleza y humildad pero tan entusiasmada trabajando en el
grupo que ansiaba descubrir, conocer y seguir sin duda al Señor de
la Vida y perseverar hasta el fin con este camino, verdad y vida.
La
retaguardia orante es la esperanza emocionada al empezar los
cursillos, durante su desarrollo y en el cuarto dia personal para
que sea época plena de amor y de buenos deseos para todos los
integrantes de los cursillos que una y otra vez se inician con su
cargamento de amor.
A
través del recuerdo rememorar a cada mamita del movimiento: Francis,
Anita, Gaby, Claudia, Mónica, Elba, Consuelo, Carmen, Paola, Sonia,
Lucila, Leonor, Estrella, Patricia, Nora, Mary, y tantas otras que
estimulan mi profundo sentimiento de gratitud ya que sin todas
aportan lo mejor de los talentos para ofrecer a los hermanos y al
Señor.
El
tiempo de los cursillos es una temporada de gracia y de lluvia de
bendiciones.
¡FELIZ
DIAS MAMITAS DE COLORES!
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