-* Vivencia 29 MCC EN CHILE- Mi amigo Jorge





la historia de JORGE

Recuerdo que venía de localidad cercana: el campo donde reinaba siempre la tranquilidad.
Depués nos vimos en la capital, cuando el trabajo absorvía todo nuestro tiempo y años después nos encontramos cerca de Rosario. Uno siempre que queda la esencia de las personas que conoce, conociendo su historia de su familia y de la partida de su esposa en dolorosa forma, motivo que aún estaba triste. Los hijos parten y uno queda solo, con el negocito trabajando para mantenerse.
Era el tipo y el momento de hablarle del Señor y de los cursillos.
Las conversaciones siguieron muy bien. Había un entusiasmo claro; sin embargo en primera instancia no resultó la invitación, nos alejamos y otra vez por el trabajo. Pasó otro buen tiempo y al recorrer la zona por una semana me quedaba sólo un día: el Viernes para ubicarlo y me subí al taxi -quedó un puesto y me recordé de mi amigo, ¿qué sería de él?. En el camino alguien paró el colectivo y he allí al Jorge en bandeja y sin querer queriendo y “sin trámites ni dudas” firmó su ficha para vivir su cursillo-¡por fín!.
No era por mi empeño o por las oraciones, sino que “era el momento”
Claro al regreso quedó encantado. Cuando uno dice que “me cambió la vida”, es tratar de explicar en algo lo hermoso vivido- pero, llegó feliz y lo único que decía era: “gracias, miles de gracias”-cuando uno sabe que siempre sólo se agradece al Señor.
La otra sorpresa para nosotros- ocurrió en las charlas prematrimoniales que nos toca en la comunidad, allí llegaron-con su novia y su proyecto de dejar la viudez y casarse- el cambio de vida se adivinaba total.
Nos llegó la invitación y contentos quisimos compartir el momento del sacramento. Lindos momentos, estaba la familia completa de las dos partes: dos viudos que se unen para compartir la vida-historia que nos sorprende.
 
Después de los abrazos y felicitaciones intentábamos adivinar el lugar de la celebración y encontramos algunas señoritas que sin vehículo esperaban partir al lugar, alguien las recogería.
¿Ustedes saben donde es la fiesta? -Si! -entonces vamos juntos- conversamos de la alegría de participar en esta linda noticia. Y aparecen algunas confidencias desconocidas: “nuestro padre sufrió mucho por la partida de mamá, intentamos que dejara su pena pero, es muy difícil para un matrimonio tan unido, nuestra preocupación llegó al tope cuando lo vimos depresivo- hasta con ganas del suicidio. (!) -Pero como Dios en tan grande, no sabemos cómo, pero llegó “alguien y lo invitó a vivir una experiencia de vida y amor” y gracias a Dios le cambió la vida y tomó esta decisión de casarse de nuevo”.

-Quedamos con la garganta apretada y en silencio. Sólo nos miramos con mi esposa y calladitos atinamos a mirar las estrellas dijimos en silencio “gracias”, era tremendo: nosotros instrumentos tan imperfectos y hasta vencidos que perdemos la esperanza en seguir en este eterno precursillo no descubrimos los misterios y milagros que ocurren tan a menudo. Además fué un aire para continuar, para no decaer: si alguien, por tu intermedio y tu trabajo, logra acercarse más al Señor podemos decir que la misión se está realizando. Así que el regalo no es solo para nosotros sino para todos los que en la búsqueda de los “esquivos y ocupados” candidatos y amigos de nuestros días. Sabemos que no estamos solos y que la conquista debe continuar-como la función- siempre.
Gracias porque la siembra no nos parece inútil. Aunque a veces nos desalentamos, lo intentamos una y más veces y parece que estamos en el desierto pero Tú siempre nos muestra tu cómplice guiño de un mundo mejor: sigan, no desfallezcan.

Bueno hay que hacerlo así sin perder el entusiasmo y las sorpresas que recibimos.
siempre.....de colores”

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