* Juntemos las manos: LA ORACIÓN


 "Junta las manos, hazte pequeño, confíale tus cuitas, problemas y también alegrías: un momento de compartir, aprender, agradecer y alabar"

"Cuando tu vayas a rezar entra en tu cuarto, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre que vé en lo escondido, te lo pagará" Mt 6,6

Aprendimos de hacer este encuentro en el Sagrario. Vimos la necesidad de frecuentar estas especiales visitas al Señor que siempre espera. ¡No debemos dejarlos siempre solo! Nos espera, nos escucha y nos ama. No está el jefe, está el amigo y "uno especial porque nunca falla". Siempre cercano, sencillo como un Buen Padre.

Señor Jesús,  confío en tí. Contigo todo es posible, te necesito hoy y siempre, en mi vida, en mi familia, trabajo, grupo, comunidad, Señor, eres Todo para mí.

Contigo soy capaz de seguir adelante, quiero "ser tu parlante", reflejar algo de tu luz, llevar la Buena Noticia a mis hermanos, a mi familia, a mis amigos...todo porque te amo.

Nunca olvido esas especiales palabras de Pío XII en la Encíclica sobre el Cuerpo Místico:

"Misterio verdaderamente tremendo y que jamás se meditará bastante: que la salvación de muchos depende de las oraciones y voluntarias mortificaciones de los miembros del Cuerpo Místico de Jesucristo"

Para hacer de esta tremenda herramienta te invito a rezar al "ESTILO CURSILLISTA": ¡con los brazos abiertos para abrazar a tantos!

 

 

Comentarios